CASTELLÓ. El PP se pone en marcha con el presupuesto municipal de Castelló para no repetir los retrasos del Acord de Fadrell (PSPV, Compromís y Podem) en los dos primeros años de su mandato. El concejal de Hacienda, Juan Carlos Redondo, tiene previsto reunirse esta semana con el director del órgano de Gestión Presupuestaria y Contabilidad, Pascual Hernández, a fin de analizar la situación financiera del Ayuntamiento.
El objetivo de ese encuentro estriba en determinar el estado de cada concejalía para valorar su capacidad de maniobra con vistas a diseñar las cuentas de 2024. Ese diagnóstico se vislumbra clave, ya que a partir de la evaluación se contempla iniciar la tramitación mediante la instrucción para elaborar los planes departamentales. Dicha orden, que emana de alcaldía, supone el arranque del borrador presupuestario.
La decisión de empezar a trabajar en el nuevo documento económico persigue, además, desterrar cualquier posibilidad de tener que prorrogar las cuentas de 2023 (195,87 millones), las últimas del Fadrell. La primera munícipe, Begoña Carrasco, quiere que la aprobación del presupuesto se produzca dentro de este año. En efecto, hay una consigna interna de no reincidir en los errores del anterior equipo de gobierno.
Hasta 2021, la aprobación del presupuesto se le atragantó al tripartito. En 2019, la crisis originada por la moción de fiestas lastró la negociación. La decisión de Compromís de alinearse con el PP y Ciudadanos provocó una ruptura de los tres socios en diciembre. Aunque semanas después las relaciones se recondujeron, la falta de sintonía resultó evidente en los siguientes meses. Sin un acuerdo real, la covid-19 acentuó la demora, por lo que el gobierno municipal tuvo que esperar hasta agosto para activar el presupuesto de ese año (190 millones).
La misma historia se repitió prácticamente en 2020, aunque el conflicto contó con otros protagonistas. El coqueteo del PSPV con Cs, al que buscó para asegurarse una mayoría, enervó a la formación valencianista y a Podem-EUPV. La posibilidad de un entendimiento rápido sobre las cuentas municipales se difuminó con el paso de los días. Además, el ciberataque agravó aún más el retraso. Tanto es así que el proyecto económico se impulsó durante el verano de 2021 (194 millones de euros).
El Partido Popular siempre se mostró muy crítico con lo que tildó como "falta de previsión" del Fadrell a la hora de validar las cuentas municipales en tiempo y forma. La demora en los dos primeros años condicionó la gestión del Ayuntamiento durante los meses iniciales del nuevo ejercicio, sin poder actuar sobre partidas distintas a los gastos corrientes.
El PP también evidenció su disconformidad con el bajo grado de ejecución de las inversiones. En cada curso contable denunció que esa táctica del ejecutivo local únicamente buscaba incrementar los remanentes de tesorería para pagar a los bancos por los créditos y pólizas suscritos. Los populares, en cada rueda de prensa o intervención plenaria, afearon esa estrategia, especialmente al PSPV (ostentaba Hacienda) y pidió que el sobrante redundara en beneficio de los ciudadanos con una reducción de los impuestos. Una bajada que en esta legislatura el nuevo equipo de gobierno podrá aplicar.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara