Grespania mejora su rentabilidad pese a la inflación: duplicó sus beneficios en 2022

CASTELLÓ. La tendencia inflacionaria experimentada a raíz de la crisis energética tras la invasión rusa de Ucrania supuso un golpe importante para la economía europea y especialmente para las industrias gasintensivas y electrointensivas como la del azulejo. Un panorama de inestabilidad en los precios que el grupo azulejero liderado por Grespania sorteó con notable resultado al duplicar sus beneficios respecto al año anterior y mejorar su rentabilidad, si bien no tanto como se hubiera podido esperar en una coyuntura de normalidad.

Al menos así lo reflejan las cuentas anuales del último ejercicio 2022 presentadas por la matriz del conglomerado empresarial, Participación e Impulso, que aumentó su facturación más de un 15% respecto a 2021 alcanzando los 320,2 millones de euros de ventas. Una mejora que se dio en casi todas sus actividades: vendió un 6% más en el segmento azulejero hasta los 123,1 millones, un 31% más en el segmento de tierra atomizada hasta casi los 160 millones, y un 13% más en el de esmaltes hasta los 19,2 millones.

La compañía atribuye esta reseñable mejoría, como el resto de grupos azulejeros, al incremento de los precios de venta para repercutir el alza de los costes, ya que el material vendido se ha reducido "en todos los casos". "Las empresas del grupo Participación e Impulso, S.L. ante la situación de recesión de la demanda y de fuerte alza de los costes productivos, han realizado un esfuerzo en intentar repercutir el aumento de estos costes en sus precios", aseguran las cuentas.

Esto, sin embargo, "no se ha conseguido nunca en su totalidad". En parte, porque el gas natural no solo ha tenido precios elevados durante 2022 sino que han presentado "una importante volatilidad, lo que hacía muy difícil repercutir" en el precio "el incremento real de los costes energéticos". Lo que ha provocado que la rentabilidad final "no es la que debiera haber sido cuando se compara con años anteriores", aunque realmente ha experimentado "una mejora importante" respecto a 2021. En ese sentido, las cuentas exponen unos beneficios anuales de 9,4 millones de euros, casi el doble de las ganancias del año anterior, que habían sido de unos 4,8 millones.

Diversificación y plantilla

El grupo azulejero engloba hasta hasta una quincena de empresas centradas en diferentes procesos de la cadena de producción cerámica, desde la fabricación propia de azulejos y baldosas -Grespania cuenta con tres centros productivos-, pasando por fabricantes de esmaltes y fritas -Esmaltes- dos atomizadoras -Euroatomizado- y diferentes distribuidoras repartidas en Italia, Holanda, Francia, Polonia, Gran Bretaña, Turquía, Estados Unidos y Asia. La estrategia de diversificación del grupo es uno de los factores de su expansión internacional y del trabajo con una red de clientes por todo el mundo. Según revelan las cuentas, en ese sentido, cerca del 33% de la facturación corresponde a clientes extranjeros: 55,1 millones fuera de la Unión Europea y 48 millones de países europeos. 

En cuanto al personal, el conglomerado azulejero ha experimentado una reducción hasta las 782 personas, según explican las cuentas, que registran un descenso del 7,2% respecto al año anterior, cuando había 843 trabajadores. De hecho, los gastos de personal pasaron de casi 38 millones a 36,7 millones. Hay que recordar que en 2022 Grespania acordó un ERTE parcial que durante un año afectó a 92 trabajadores en una de sus factorías, situada en Nules. El personal, insiste el documento, "aporta un alto valor añadido a la producción" puesto que tiene "una alta especialización".

Inversiones en un año complicado

Pese al complejo panorama económico marcado por la crisis energética y el alza de los costes, el conglomerado de la familia Hernández Sanchís ha mantenido las inversiones en sus instalaciones. Sobre ello, las cuentas explican que durante 2022 se ha continuado con "una firme política inversora" centrada sobre todo en la fabricante cerámica Grespania al tiempo que se completaban las inversiones realizadas en Euroatomizado iniciadas en 2021.

En esa línea, uno de sus principales proyectos en Grespania se ha centrado en la ampliación de una nueva línea de producción en su planta de Moncofa para láminas de gran formato. Una intervención de unos 20 millones de euros estrenada a principios de 2023 que permite aumentar la producción de gran formato en 850.000 metros cuadrados anuales y, además, minimizar el impacto en el medio ambiente mediante el ahorro energético y una planta de reciclaje.

Sobre las expectativas a futuro, la compañía es optimista: "En 2023 se espera un ascenso de la demanda interna, en un contexto de favorable evolución de la actividad de edificación en España", asegura en sus cuentas, donde también explica que centrará sus esfuerzos este año y el que viene en "reducir" el endeudamiento financiero "a la vista de los elevados costes en intereses que presenta la situación bancaria actual", a raíz de la subida de los tipos impulsadas por el Banco Central Europeo para contener la inflación.