VALÈNCIA. Generar, corregir o transcribir textos de forma automática, analizar grandes bases de datos o mejorar las funciones SEO de los medios de comunicación son algunos de los avances que trae consigo el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito periodístico. Las herramientas que incorporan estas funcionalidades, que se encuentran en pleno auge tras el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, empiezan a hacerse un hueco en los medios de comunicación al hacer más sencillas una serie de tareas que consumen buena parte de la jornada laboral.
Con el objetivo de hacer una introducción de este tipo de herramientas y hacerlas más accesible para periodistas y estudiantes de Periodismo, las cátedras de Análisis y Prospectiva del Audiovisual (CAPA) de la Universitat de València (UV) y de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI), patrocinadas por el Consell de l’Audiovisual de la Comunitat Valenciana (CACV), han lanzado la guía Introducción al uso de la IA en Periodismo.
El documento fue presentado este martes en la Facultat de Filologia Traducció i Comunicació de la UV en un acto que contó con la presencia de diferentes agentes implicados en su elaboración. Entre ellos, sus autoras, Lorena Cano-Orón (UV) y Amparo López-Meri (UJI). En declaraciones a Valencia Plaza, Cano-Orón remarcó que el objetivo de esta guía es poner en conocimiento de la ciudadanía "qué herramientas y funcionalidades" existen en materia de IA aplicada a la labor periodística. En este sentido, López-Meri añadió: "La guía está pensada para periodistas y para estudiantes de Periodismo" con la intención de que la IA "se utilice de manera ética y constructiva".
La autora explicó que estas tecnologías permiten automatizar procesos y reducir el tiempo que los profesionales dedican a determinadas labores, lo que permite dedicar más esfuerzos a otras labores. "Con las cautelas necesarias, es posible reducir tiempos en algunas tareas y hay herramientas que ya van en esa línea", declaró. No obstante, recordó que la IA "no se puede utilizar para investigar sobre algo de lo que no tenemos nada de conocimiento" porque puede llevar al error. Por ello, abogó por un uso de la IA en base a principios éticos y deontológicos.
Durante su intervención, Cano-Orón puso de relieve algunas de las herramientas que analiza esta guía para la realización de tareas de preproducción, producción y distribución de contenidos informativos. El documento, además, aporta una serie de tutoriales y recomendaciones de herramientas de IA, muchas de ellas con una versión de prueba gratuita. Entre las funcionalidades que la Inteligencia Artificial puede aportar a día de hoy a la labor periodística en materia de preproducción, la autora señaló la transcripción de voz a texto en tiempo real, así como la generación de resúmenes de las conversaciones de forma automática, incluso con la identificación de cada una de las personas participantes.
A éstas se añade la posibilidad de solicitar a la IA información sobre un tema debido a su capacidad para "analizar un gran volumen de información en segundos". No obstante, recordó: "Los periodistas debemos exigir transparencia en cuanto a las fuentes. Es importante saber de dónde han cogido la información". Por otro lado, la IA también puede ser una aliada en materia de verificación de noticias, lo que permite combatir la desinformación. A pesar de su potencial, la autora señaló que la mayoría de medios que cuentan con una herramienta de verificación lo tienen integrado en su propio sistema, por lo que hay pocas opciones en el mercado disponibles para ser utilizadas por cualquier medio o usuario.
En cuanto a la producción informativa, Cano-Orón señaló que la IA puede ser capaz de generar, corregir y editar textos periodísticos. A ello se suma la posibilidad de "imitar o generar una voz para que locute una noticia y tenerla así en formato audio o incluso adaptarla a otros idiomas". Además, como funciones más complejas destacó la posibilidad de generar contenido audiovisual a través de un texto, acortando así los tiempos de trabajo: "En minutos tenemos lo que para antes necesitábamos una semana". También puso de relieve las aplicaciones en materia de análisis de datos, una cuestión en la que matizó que es importante dominar esta rama del periodismo antes de hacer uso de la IA, puesto que estas tecnologías pueden caer en el error durante el análisis de una base de datos.
Mientras que, en materia de distribución, destacó el poder de la IA para cuestiones como la automatización y personalización del contenido que se publica en redes sociales. Además, señaló que puede ayudar a mejorar las funciones SEO o a adaptar los contenidos generados a otros formatos, como pueden ser un tuit. "Este tipo de herramientas están hechas para huir de la hoja en blanco, pero no como un sustituto del periodismo. Tenemos que ser muy conscientes de que las IAs no son periodistas y tenemos que saber utilizarlas bien", remarcó la autora a modo de conclusión.
Por su parte, López-Meri recordó aquellas innovaciones tecnológicas previas al desembarco de la IA y que han afectado de lleno al periodismo. En este sentido remarcó que el uso de la computación para hacer periodismo "no es nuevo" y recordó que hace más de siete décadas ya se utilizó un ordenador para elaborar predicciones sobre resultados electorales en Estados Unidos. Más allá de este hecho concreto, la autora hizo un repaso de las innovaciones más recientes, como la llegada de Internet o el desarrollo del periodismo de datos, antes de llegar al actual "periodismo algorítmico o periodismo robot", es decir, aquel que entrena a los ordenadores "para que tengan un comportamiento más similar al de las personas humanas".
Respecto a aplicaciones prácticas de la IA en el Periodismo, aludió a una encuesta de la World Association of News Publishers en la que la más de la mitad de los participantes aseguraba utilizar Chat GPT para obtener resúmenes del contenido de textos; mientras que más del 40% hacía uso de esta herramienta para tareas como la investigación y búsqueda de información, la corrección de textos o la obtención de una mayor eficiencia en los flujos de trabajo.
Además, la autora hizo referencia a una serie de medios y grupos de comunicación que ya han implementado la IA para automatizar la redacción de ciertos textos y tratar de dar un valor añadido a sus contenidos. Como ejemplos, recordó que El Confidencial elaboró un bot capaz de generar noticias con los resultados de partidos de fútbol de Segunda División B. Ante ello, valoró que la IA muchas veces se usa "para suplir vacíos donde no llega un periodista" y que el medio llegue de esta manera "a una cobertura más amplia".
Por otro lado, también señaló que RTVE cuenta con una herramienta capaz de generar textos a partir de resultados electorales. En concreto, es capaz de elaborar noticias de forma automática a partir de una base de datos donde se encuentran los datos. Además, estas noticias incluyen un reproductor de audio en el que una voz generada por IA narra el contenido de la pieza informativa, lo que supone la adaptación de la misma a personas con discapacidad visual.
Pero, los usos de estas herramientas no solamente llegan a los grandes medios. Por ello puso como ejemplo a Radio Serranía, un medio ubicado en Cuenca que desarrolló un programa presentado por dos voces sintéticas. A pesar de los mencionados proyectos de innovación, la autora recordó que la IA también se puede utilizar en un sentido negativo para elaborar contenido como imágenes falsas, aunque reflexionó: "La IA no puede ser sinónimo de desinformación, pero la desinformación ya era algo que nos estaba afectando por otros caminos".