CASTELLÓ. El equipo de gobierno en la Diputación de Castellón (PSPV y Compromís) y la oposición (Partido Popular y Ciudadanos) muestran caras distintas en los plenos en función del ámbito territorial de las propuestas. Si se trata de cuestiones de carácter más doméstico, como el Plan Director del Agua o la modificación de crédito para acometer mejoras en el santuario de Sant Joan de Penyagolosa, la armonía impera en cada uno de los acuerdos con agradecimientos por doquier. Sin embargo, la discordia se instala en el hemiciclo cuando las iniciativas cruzan los límites de la provincia e interpelan a administraciones superiores, como al Botànic II y al Gobierno de Pedro Sánchez.
Es lo que ocurrió este martes con las mociones de naranjas y populares sobre Cercanías y remanentes municipales, respectivamente. Ambas sucumbieron a la mayoría del bipartito y murieron en la orilla, con cruce de reproches entre unos y otros.
Como empieza a ser habitual, los portavoces del principal partido de la oposición, Elena Vicente-Ruiz y Vicent Sales, y el líder de la coalición valencianista, Ignasi Garcia, se mostraron especialmente vehementes. La primera, a propósito de las infraestructuras ferroviarias, pidió al presidente de la institución, José Martí, que "salga de su letargo político" para "defender los intereses" de los municipios. El segundo y el tercero se enzarzaron en el debate sobre los recursos de las entidades locales.
El representante de Compromís lamentó que "la pandemia haya traído lo peor del bipartidismo", en alusión al PSOE y PP, y afeó a la derecha los términos de su iniciativa. "Esto es una institución y no pueden venir aquí con textos que son una crítica pugilística. Nos presionan o insultan si pensamos diferente. Esta moción no es política", le recriminó a Sales, quien tampoco se mordió la lengua al recordar que la formación valencianista abandera discursos distintos sobre los remanentes según el foro de discusión. En este contexto, mencionó al alcalde de València, Joan Ribó.
La porfía incrementó de intensidad con el turno de réplica. "Usted, ¿no quiere ser el Núñez Feijóo de la Plana?, pues demuéstrelo. Su escrito [moción] es muy violento y está pensando para que haya conflicto. No veo consenso. Perdemos el tiempo. Proponen la derrota por la derrota", le espetó Garcia.
Sales ironizó respecto a la comparación con el presidente de la Xunta de Galicia e hizo un repaso de los alcaldes socialistas, valencianistas y de otras formaciones contrarios al decreto del Gobierno para utilizar los ahorros de los ayuntamientos. Sin entrar en más polémicas, concluyó su alocución reclamando al bipartito su adhesión a la propuesta, "porque solo pedimos ir juntos".
El resultado fue el mismo que con la votación de la moción anterior sobre Cercanías (14 votos en contra y 13 a favor), lo que constató que el consenso se pone cada vez más caro en la Diputación de Castellón. Al menos, en aquellos temas de mayor enjundia y calado político.