CASTELLÓ. La Diputación de Castellón da un nuevo paso en su lucha contra la sequía en la provincia. Lo hace con la licitación para adjudicar la asistencia técnica y la redacción de los proyectos con vistas a desarrollar el plan de digitalización del ciclo urbano del agua. Se trata de un ambicioso programa que contempla una inversión por encima de los 7 millones de euros (5,5 millones cofinanciados con fondos Next GenerationEU) y que persigue modernizar los sistemas de gestión en 126 municipios, tanto en lo que se refiere al consumo humano como para el riego y la industria. La población beneficiada supera los 190.000 habitantes.
El contrato, publicado ya en la plataforma de Contratación, tiene un presupuesto de 437.637,11 euros y se divide en tres lotes en función de las comarcas y las características. El primero incluye actuaciones en la zona norte y cuenta con una consignación de 129.305,15 euros. La cifra de localidades afectadas asciende a 58, siendo Peñíscola y Oropesa las más destacadas por su tamaño. Además, engloba las poblaciones del Consorcio de Aguas del Pla de l'Arc.
El segundo paquete incorpora un mayor número de municipios (68), ya que abarca aquellos que territorialmente se localizan en la demarcación sur. Los más importantes son Altura, l'Alcora, Benicàssim, Nules y Segorbe. Como en el caso anterior, la prestación contempla el Consorcio de Aguas de La Plana. El presupuesto se eleva hasta los 139.380,88 euros.
El tercer y último lote corresponde al saneamiento y depuración. Al comprender las obras la totalidad de infraestructuras municipales (126 localidades), el importe resulta ostensiblemente mayor con 168.951,08 euros. Algunas actuaciones previstas obedecen a la instalación de sondas capacitivas para la detección de posibles desbordamientos en episodios de lluvias y la implantación de dispositivos para mejorar la calidad del agua.
De acuerdo con el pliego de prescripciones técnicas y administrativas, se propone un plazo de ejecución de 21 meses, lo que significa que el servicio se desarrolla entre 2024 y 2025. Los primeros cuatro meses se limitan a la redacción de los proyectos, mientras que el resto se circunscriben a los trabajos y coordinación de seguridad y salud.
El plan de digitalización del ciclo urbano del agua no solo persigue la modernización de la gestión, sino también la corrección de las desigualdades y asegura la localización de pérdidas en la red. Asimismo, comprueba la correcta dosificación del cloro, el control efectivo de los volúmenes y la posible ampliación de la monitorización a otros parámetros indicadores de la calidad del agua de consumo.
Por otro lado, se prevé implantar un sistema de telecomunicaciones en cada localidad que centralice los datos y los dirija a la plataforma Smart Villages de la Diputación de Castellón para su procesamiento. El despliegue de estas redes de comunicación va a permitir en un futuro su aprovechamiento para otros servicios municipales, como la gestión de residuos y de alumbrado.
La provincia de Castelló está compuesta por 135 localidades, de las que 127 tienen menos de 20.000 habitantes censados. El control y la correcta gestión de los usos del agua en la provincia suponen un gran desafío, especialmente para los municipios menos poblados. En este contexto, al ubicarse la mayoría de ellos en comarcas del interior, la falta de abastecimiento por la sequía se hace más acuciante.