CASTELLÓ. La Diputación de Castellón licita el mayor expediente de la historia para la explotación y mantenimiento de sus depuradoras. Se trata de un megacontrato de 44 millones de euros (en concreto, de 43.891.089,7 euros), con una duración inicial de cuatro años. Sin embargo, contempla una prórroga de 12 meses, de manera que la asistencia está garantizada hasta 2027. El importe establecido por cada ejercicio natural se eleva hasta los 8,1 millones de euros (impuestos incluidos).
La prestación abarca las 116 estaciones de municipios con una población inferior a los 5.000 habitantes. El servicio incluye, además, la conservación de las 480 placas fotovoltaicas que la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) prevé instalar durante este año en 23 plantas hídricas con una inversión superior a los 645.000 euros.
Desde 1994, la institución supramunicipal saca a concurso el mantenimiento de sus depuradoras. Aquel año activó por primera vez la cobertura para 41 centros de aguas residuales. En el año 2000, se produjo una segunda contratación con el doble de infraestructuras (82). Esa cifra se disparó posteriormente hasta las 104, lo que obligó a promover una tercera licitación a finales de 2016.
La considerable cuantía del megacontrato se justifica tanto por el plazo de ejecución como por el número de instalaciones. Al margen de las actuales, ya en funcionamiento, se incorporan las que se encuentran en construcción o en fase de elaboración de proyectos. Estas 12 son: Alcudia de Veo, Benafer, Castell de Cabres, Higueras, Olocau del Rey, Palanques, Sacañet, Todolella, Torralba del Pinar, Vallibona, Villamalur y Villores.
En cuanto a aquellas en las que se proyecta la colocación de paneles solares para autoconsumo, se trata de Ares, Azuébar, Canet lo Roig, Chóvar, Cortes de Arenoso, Costur, Gaibiel, Jérica, La Mata de Morella, La Llosa, Pina de Montalgrao, Morella, Pobla de Benifassà, Portell de Morella, Puebla de Arenoso, Sot de Ferrer, Sant Mateu, Teresa, Torás, Vilar de Canes, Villahermosa del Río, Xodos y Zucaina. La idea estriba en instalar una potencia total de 240.960 Kwp.
Los trabajos de mantenimiento y explotación recogidos en el pliego se refieren a las reposiciones normales, la manutención de todos los elementos de las plantas (y las parcelas), averías, transporte y eliminación de residuos y fangos. Otras actuaciones corresponden al análisis y control de las diferentes etapas del proceso de saneamiento, gastos de personal, productos químicos o energía.
Por la elevada cantidad de depuradoras, la concesionaria debe garantizar y acreditar suficientes medios personales. Según el expediente, la plantilla necesaria ronda los 100 profesionales entre jefe de servicio, encargado de mantenimiento, técnicos, responsables de plantas y operarios (de primera, segunda y tercera). En los cargos con cometidos de dirección, se requiere experiencia mínima de cinco años.
Las empresas interesadas en concurrir en la licitación tienen de plazo hasta el 28 de este mes para presentar sus ofertas. Al tratarse de un contrato mayor, las propuestas han de estructuras en función de la documentación y de los criterios técnicos y económicos. Solo estos últimos se bareman para determinar la adjudicataria.
En la actualidad, Facsa gestiona las plantas de aguas residuales de la Diputación. Lo hace desde 2016, cuando se hizo con el servicio por un importe superior a los 29 millones de euros. El contrato contempla 104 centros, los que existían hace siete años. La vinculación contractual recoge un periodo de cuatro ejercicios, con la posibilidad de acogerse a dos prórrogas de 12 meses cada una. La última finalizó en noviembre de 2022, aunque sigue ofreciendo el servicio a la espera de que se resuelva el nuevo concurso.