CASTELLÓ. El Gobierno acelera de nuevo una infraestructura castellonense que ha estado varios años dormida en los cajones del Ministerio de Fomento. Rebautizado desde hace varios ejercicios como Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el departamento dirigido por Raquel Sánchez acaba de adjudicar el contrato para la redacción del proyecto de mejora de la AP-7 entre Castelló y Almenara.
La noticia, buena por sí misma, llega en año electoral, algo que tiene mucho que ver en la decisión. De hecho, según recoge la plataforma de contratación del Estado, este mismo jueves el Ministerio adjudicó contratos similares en Barcelona, Zaragoza, Huesca, Lleida, Tarragona y Girona. Y el modo de proceder es también muy parecido, por ejemplo, al de la mejora de la N-340 en Oropesa: recupera un proyecto olvidado durante años, pero reduce su alcance y los plazos de decisión siguen siendo muy prolongados.
Tanto es así que ha tardado siete meses para adjudicar el proyecto licitado en julio. De hecho, tras el anuncio y la publicación de los pliegos, en aquel mismo mes, no fue hasta pasados cuatro meses, el 29 de noviembre, cuando inició el expediente. Ahora, en solo tres, lo ha resuelto.
La empresa adjudicataria es la valenciana CPS Infraestructuras Movilidad y Medio Ambiente, que se ha impuesto a otras ocho ingenierías gracias a su oferta de 563.099,67 euros (IVA incluido), lo que supone una rebaja sustancial de los prácticamente 800.000 en que se presupuestó.
A partir de la firma del contrato, la compañía dispondrá de año y medio para la redacción del proyecto. Los pliegos ya reservan más de una cuarta parte del presupuesto para el año 2024, pero este importe será mayor, porque preveían comenzar los trabajos el año pasado. Una vez redactado, el proyecto deberá ser aprobado y posteriormente licitadas las obras, que el Ministerio estima en 40 millones de euros, algo de lo que no ha dado más detalles. Con todo ello, todavía faltan unos cuantos años para la ejecución. Una ventaja en la tramitación es que la actuación no deberá superar el trámite de evaluación ambiental.
Y es que los trabajos comprenden la construcción de 11,4 kilómetros de terceros carriles en diferentes tramos del trayecto entre Castelló y Almenara. Esto supone redefinir el proyecto inicial, que preveía los terceros carriles en todo el trazado. Así, ahora se buscará sumar capacidad "mediante la ampliación por el exterior de las calzadas existentes, dispuestos como carriles adicionales de circulación rápida por la izquierda", señala el Ministerio.
Estos carriles se implantarán en ambos sentidos en casi 5 kilómetros de la calzada en el término municipal de Vila-real y en otros 6,7 kilómetros de los términos de Moncofa, Xilxes, la Llosa y Almenara. Además, se construirán apartaderos que permitan a los camiones pararse ocasionalmente en varios lugares.
Todo esto se produce ahora tras el aumento de la circulación de vehículos en la antigua autopista AP-7 derivado de la liberalización que se produjo el 31 de diciembre de 2019.
Sembla que sempre ha estat així, però només té cinquanta anys. Encetem un viatge d’estiu per la via que ha canviat les nostres vides per a sempre
