los empresarios alegan contra la resolución que les obliga a paralizar la instalación

Los chiringuitos piden una solución exprés para culminar el montaje antes del 1 de julio

23/06/2021 - 

CASTELLÓ. Los empresarios de los chiringuitos del Gurugú y Pinar alegan contra la resolución del Ayuntamiento de Castelló que les obliga a paralizar el montaje de las infraestructuras. Lo hacen con el objetivo de ganar tiempo, a la espera de que la Conselleria de Cambio Climático pacte una solución con el Servicio Provincial de Costas en los próximos días. Si la autorización llega antes de acabar el mes, los hosteleros creen que podrán abrir sus negocios a partir del 1 de julio y no la semana del 5 al 11.

Según la notificación de suspensión de actividad remitida por el consistorio hace algo más de una semana (en concreto, el pasado 14), los propietarios de Dharma, La Playa, Solé Rototom y Atlanta tienen hasta 10 días hábiles con vistas a presentar recurso. Esto quiere decir que, apurando ese plazo, prácticamente se acaba junio, con lo que lo avanzado hasta ahora respecto al ensamblaje de las piezas modulares garantizaría las aperturas para el primer fin de semana de julio, como mal menor.

En principio, la vía de iniciar un litigio judicial contra el Ayuntamiento queda en stand-by al considerar que todavía resulta posible llegar a un acuerdo con las administraciones. La posibilidad de ocupar los arenales antes de la fecha que marca el Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral (Pativel) concierne única y exclusivamente al Ministerio para la Transición Ecológica y a la Generalitat Valenciana.

La pelota, de un tejado a otro

Aunque la última palabra la tiene el Estado, lo cierto es que la decisión de avanzar la temporada estival depende de un informe favorable del departamento de Vida Silvestre, vinculado a la reseñada Conselleria de Cambio Climático. Ese documento debe elaborarse a partir de una solicitud de Obras Públicas, la tercera institución implicada y que está de acuerdo en adelantar la campaña, siempre y cuando se adopten las medidas de precaución ambiental que recoge el catálogo de playas.

Otra cosa bien distinta es que se acredite, como sucedió el año anterior, la no presencia de nidos de chorlitejo patinegro a través de una inspección sobre el terreno. Y es que la especie catalogada como vulnerable condiciona la explotación de chiringuitos en el Gurugú y Pinar. Los dos arenales, al igual que el Serradal, cuentan con la máxima protección por contener fauna sensible, según el inventario de espacios naturales de la Comunitat Valenciana, dentro del Pativel.

El Ayuntamiento de Castelló, que solo se ocupa cada año de redactar el contrato para adjudicar los merenderos, aboga por revisar la clasificación de ambas playas de cara a 2022. El objetivo estriba en rebajar el nivel de conservación para eliminar la exclusión temporal entre el 1 de marzo y el 30 de junio en relación a los establecimientos expendedores de comida y bebida de carácter estacional. 

Paralelamente, el equipo de gobierno pretende trabajar con la remodelación de la avenida Ferrandis Salvador a fin de ampliar el paseo y reservar un área destinada a los locales de ocio. Las dos medidas, complementarias, permitirían en el futuro asegurar la apertura de los merenderos en mayo, pudiendo así alargar la temporada, que concluye el 30 de septiembre.

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