CASTELLÓ. Desde diciembre de 2012 el azulejo no vivía una huelga. Los sindicatos han convocado este miércoles el primer paro en más de 11 años en la cerámica por el bloqueo en el convenio colectivo. La ruptura de la paz social se ha puesto de manifiesto durante la celebración de la feria de Cevisama y en un contexto de crisis en la industria.
Como era de prever, las valoraciones de Ascer y CCOO y UGT sobre el seguimiento han sido diametralmente opuestas: la patronal afirma que ha sido de solo un 7,53 %, mientras los sindicatos celebran que ha habido un apoyo masivo que ha alcanzado el 80 %. Este viernes será la segunda jornada de huelga y las dos partes mantienen rotas las negociaciones tras el fracaso de la última reunión del martes.
UGT y CCOO han llamado a dos días de huelga a los 14.000 trabajadores de la cerámica para protestar por la situación en el convenio. Desde las cinco de la madrugada y durante diferentes turnos a lo largo del día, piquetes informativos se han dispuesto en los accesos de las fábricas azulejeras. A primera hora ha habido retenciones en la CV10 a la altura de Betxí.
La patronal hizo el martes un último esfuerzo para evitar las movilizaciones mejorando la última propuesta que había presentado el viernes. Intentó lograr un pacto salarial limitado a 2023 posponiendo los otros dos años del convenio a más adelante. La semana pasada ofreció un 2,5 % en 2023. El martes subió hasta el 3,1 % del IPC pero descontando ocho horas de trabajo. UGT rechazó con contundencia el último movimiento de la patronal y se levantó de la mesa, lo que dio por concluidas las negociaciones. CCOO quería seguir explorando aunque continuando con la convocatoria de la huelga.
Ambos sindicatos han unido sus fuerzas en el primer día de huelga y esperan que el "éxito" de este miércoles se repita el viernes. El 16 de febrero impulsaron una primera manifestación en Castelló que culminó en la sede de Ascer, y en el segundo día de Cevisama se manifestaron en la feria un millar de delegados de Comisiones Obreras y UGT.
En un comunicado, Ascer ha lamentado "la total ausencia de voluntad negociadora por parte sindical al afirmar que a pesar de las ofertas empresariales la huelga no se iba a desconvocar". "Con esa actitud han frustrado una mejora inmediata de las retribuciones correspondientes a 2023, el pago de los atrasos y el cobro durante 2024 de los salarios aumentados", ha añadido la entidad empresarial, que ha subrayado que "ha hecho un esfuerzo por evitar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, y está haciendo un esfuerzo titánico por evitar la pérdida de puestos de trabajo".
A su juicio, "los sindicatos están priorizando las movilizaciones sobre cualquier negociación para llegar a acuerdos, condenando a todos los trabajadores a un bloqueo innecesario".
La mala relación entre Ascer y sindicatos que se arrastra desde octubre se ha agravado tras los infructuosos contactos y no parece que vayan a haber nuevas reuniones en los próximos días. En 2012 también se planificaron dos huelgas pero se llegó a un acuerdo después de celebrarse la primera y se desconvocó el segundo paro. Esta vez, una nueva negociación antes del viernes se ve improbable, aunque Comisiones Obreras mantiene las manos tendidas a continuar hablando para buscar una solución aunque sigan en curso unas protestas que considera "justas".
No ayuda la coyuntura económica. La patronal ha reiterado los últimos días que la producción ha caído un 30 % en dos años por la bajada de la demanda internacional. Por su parte, los sindicatos han remarcado que los empleados han sufrido una merma de sus salarios por la inflación y los ERTE.
Cabe recordar que el clúster cerámico ha destruido 2.300 empleos en año y medio, lo que supone un 15 % del total, situándose las plantillas entre 13.500 y 14.000 trabajadores. Al mismo tiempo, más de 5.000 personas han formado en 2023 parte de un ERTE temporal.
Ascer reclama ayudas públicas de forma urgente para contener más despidos.