CASTELLÓ. La subasta abierta para la venta de los antiguos cines Rex y el edificio en el que se encuentra no ha suscitado el suficiente interés. El proceso, celebrado en pleno verano y en el mes de agosto, se ha cerrado sin ninguna puja, de manera que por el momento, el inmueble de la histórica sala de proyecciones sito en el centro de Castelló de la Plana no cambiará de manos. Aunque la decisión está en manos de la Sareb.
Así lo recoge el certificado de cierre del proceso en el portal de subastas, según el cual la licitación "concluyó sin pujas" este jueves tras haber estado abierta durante 20 días desde el pasado 4 de agosto. De manera que no ha conseguido atraer el interés suficiente para enajenarse el edificio que alberga el antiguo cine, que salía a la venta por un precio inicial de 11 millones de euros.
Con la subasta judicial, tutelada por el juzgado de primera instancia número 1 de Castellón, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) pretendía cobrarse una deuda de más de 8,1 millones de euros contraída por la constructora y promotora Promojucar, propietaria del inmueble, tal como adelantó Castellón Plaza. La firma entró en concurso de acreedores en julio de 2014, y con la venta del mencionado edificio pretendía liquidar la obligación del pasivo que acabó en manos del conocido como 'banco malo'.
En el proceso se pretendía vender todo el edificio, con fachada principal en la calle Asensi 22. Una finca compuesta de planta baja, sótano, piso principal y la sala de espectáculos, correspondientes todos ellos a los mencionados cines, y el resto del edificio está destinado a viviendas. En total, la parcela sobre la que se emplaza ofrecía 865 metros cuadrados, según explican los documentos referentes a la subasta, y de ellos, 765 están construidos mientras que los restantes 100 están "sin edificar". A la postre, todo el complejo estaba valorado a efectos de la subasta en 11.047.010 euros.
Sin embargo, no ha podido ser, lo cual devuelve el futuro del edificio de nuevo a la incertidumbre. Las normas que regían el proceso fijaban que, si no había ningún postor al cerrarse el plazo, el acreedor -en este caso, la Sareb-, puede pedir la adjudicación del inmueble en un plazo de 20 días por la mitad del valor -poco más de 5,5 millones de euros- o por la cantidad adeudada -8,1 millones-. Por el momento, se desconoce la decisión que se tomará.
Compromís había solicitado al gobierno municipal del Ayuntamiento de Castelló que intentara recuperar la histórica sala. "Es el momento de recuperar este espacio emblemático", aseguraba el portavoz de la coalición valencianista en el consistorio, Ignasi García, tras conocerse la subasta por medio de este diario. García solicitaba a la alcaldesa, Begoña Carrasco, que fuera "ágil" y no dejara "pasar esta oportunidad", tras recordar que Compromís intentó su compra cuando estaba en el ejecutivo local "pero la situación jurídica y de deuda impedía hacer la compra". Por ello, reclamaba al actual gobierno recuperarlo "con un precio justo".
La recuperación de la sala de cines ha sido un tema candente a lo largo de los últimos años. Este año, a través de la plataforma ciudadana Decidim Castelló, numerosos vecinos se sumaman a una iniciativa que pedía recuperar el cine Rex, cerrado desde 2004. "Hay una demanda importante de este servicio cultural, de personas de todas las edades, que residen en el centro de la ciudad", expresaba la misma solicitante que temía, además, que su infraestructura se amortizara, como otras tantas, en una finca de pisos.
Prueba de la preocupación es que durante la campaña, antes de que saliera a subasta, partidos como PP, Compromís o Som Castelló recogieran la reclamación entre sus promesas electorales. Por una parte, Compromís -cuya edil Verònica Ruiz ostentaba la concejalía de Cultura- recogió entre sus 450 propuestas para las municipales la recuperación del cine en el centro con la creación de una sala de exhibición pública que proyectara obras en versión original y en valenciano y con precios populares.
Por su parte, cabe recordar que en su programa electoral, el Partido Popular de Castelló, ahora al frente del gobierno local, prometío "reabrir cines hoy abandonos", si bien no mencionaba en concreto a los Rex. Y Som Castelló sí cerró su campaña frente a los Cines Rex y su candidato, Javier Mas, prometió recuperarlo y “darle una nueva vida, 19 años después de su cierre".
Con esto, y a la espera de un comprador, se abre un nuevo capítulo para el icónico cine de la capital de La Plana. Inaugurado a finales de 1946, se convirtió en una de las salas de proyecciones más importantes de la ciudad y llegó a ofrecer hasta 1.1000 localidades. Desde 1983, se hizo con la gestión de la sala la empresa de Alejandro Payá, que más tarde lo transformaría en dos salas de cine de 500 y 300 butacas respectivamente.
En su segunda etapa, cuando experimentó el mayor reconocimiento social, más allá de acoger los grandes estrenos cinematográficos del panorama del séptimo arte, también llegó a ser el escenario teatral de figuras reconocidas de las artes escénicas. Con todo, la sala finalmente cerró en 2004, con una actuación de Arturo Fernández. Y desde entonces, el inmueble ha permanecido cerrado, con varias voces de la ciudad intentando su reapertura.