CASTELLÓ. La castellonense Neolith sigue lanzada. La sociedad, fundada por los hermanos Esteve en 2009, que llegaron a Almassora después de vender la compañía referente en el mármol alicantino Levantina, cerró el año pasado con unos beneficios consolidados de 20,4 millones de euros. La cifra está al alcance de muy pocas compañías del sector cerámico. No en vano, supone más de una quinta parte de la facturación del grupo, que el año pasado quedó fijada en 95,6 millones de euros.
Eso sí, a tenor de las cuentas que recientemente ha hecho públicas el Registro Mercantil de Madrid, donde está radicada la sociedad dominante, Global Surfaces, la compañía ha reducido ligeramente sus índices de rentabilidad. Y es que en 2017, cuando facturó 88,8 millones de euros, sus beneficios fueron incluso mayores, de 23,8 millones.
Prácticamente la totalidad de los beneficios del pasado 2018 son atribuidos a la factoría de Almassora, amparada bajo la firma Thesize Surfaces, mientras las otras firmas del grupo (la propia Global Surfaces, Global Energy Participaçoes, La Nova Superficie, Stone Evolution Verona y Stamina Union Ltd., estas últimas radicadas en Italia y Hong Kong) registraron cierres atribuidos con resultados poco reseñables.
En las cuentas de la firma en la que recientemente ha desembarcado el fondo inversor italiano Investindustrial no se hace ni siquiera mención al reparto de dividendos en los últimos años. Y es que los hermanos Esteve han decidido aportar los copiosos beneficios de los últimos ejercicios a reservas, de forma que estas alcanzan ya los 67 millones de euros.
Así, aunque el grupo cuenta con un pasivo a corto plazo de 46,6 millones de euros (ha crecido en más de 17 millones de un año a otro) y con unas deudas a largo plazo de 37,9 millones (un año antes eran 23,5), la situación de la compañía es más que positiva. No en vano, su fondo de maniobra se eleva a 80,7 millones de euros, frente a los 59,6 del cierre a 31 de diciembre de 2017.
Asimismo, a principios de año contaba con 26 millones en existencias, préstamos y partidas a cobrar a corto plazo por valor de 59 millones de euros y 41,4 millones en efectivo, la mayor parte en tesorería.
Con estas cifras, no es de extrañar que Neolith (la marca del principal producto que fabrica y comercializa, pero por el que es comúnmente conocido el grupo) se decidiese a llevar a cabo el año pasado la inversión de 30 millones de euros en una atomizadora que suministre de materia prima a su factoría de Almassora y otras inversiones relacionadas que están a punto de ser culminadas. Además, la llegada de la familia Bonomi a través de Investindustrial conllevará la inversión de otros 100 millones de euros, según señalaron las partes en junio al materializar la compra.
Asimismo, desde la compañía apuntan que estas cuentas hacen referencia a una parte del grupo, la mayoritaria. Así, falta por agrupar el consolidado de Neolith Distribution, con lo que las cuentas consolidadas alcanzan los 110 millones de euros.
Por último, reseñar que, debido a que el año pasado se concedió la Autorización Ambiental Integrada a la sociedad, esta entró en el mercado de comercio de dióxido de carbono (CO2) para la que se pidió la Autorización de Gases de Efecto Invernadero, lo que le obliga a realizar la notificación de emisiones verificada por terceras partes y a comprar las emisiones que excedan de su cuota.