Pamesa se retira de Brasil tras 25 años para centrarse en su producción en España

26/01/2024 - 

CASTELLÓ. Movimiento de calado en el principal fabricante español y europeo de baldosas cerámicas. El Grupo Pamesa ha decidido retirarse de Brasil para centrar todos sus esfuerzos en España en un momento delicado para el sector azulejero, marcado por la falta de demanda y los ecos de la invasión rusa de Ucrania.

El conglomerado dirigido por Fernando Roig ha dicho adiós a su fábrica brasileña tras 25 años de presencia en el país sudamericano a través de Pamesa do Brasil. Este jueves, la enseña anunció la venta de su participación del 50% de la compañía. De esta forma, el socio local, que venía gestionando la fábrica desde su constitución, se queda con la propiedad al completo, si bien el acuerdo alcanzado le impedirá comercializar los productos bajo la marca Pamesa en los diferentes mercados internacionales.

Por el momento, se desconoce la marca con la que operará la compañía, ni tampoco el importe al que ha ascendido la compraventa de la mitad de las acciones, si bien la empresa Pamesa do Brasil presentaba al cierre de 2022 un capital social de más de 25,8 millones de euros, tal como exponen las cuentas del grupo castellonense depositadas en el Registro Mercantil. La firma cerró aquel ejercicio con 1,6 millones de euros de pérdidas y acumulaba unas reservas negativas de más de 5 millones de euros, menores eso sí a los 8,4 del cierre del ejercicio anterior.

Pamesa busca "centrarse en España"

Pamesa desembarcó en Brasil en 1997 con la creación de esta compañía de la mano del mencionado socio local y en 2001 puso en marcha la fábrica, ubicada en el estado de Pernambuco, con una capacidad de producción mensual de 300.000 metros cuadrados. Pero su potencial se fue incrementando con el tiempo hasta cuadruplicar su capacidad en apenas seis años. En 2009 inició la producción de gres porcelánico esmaltado y el año de la pandemia adquirió una línea completa de pulido para grandes formatos. Su última ampliación, en 2021, le llevó a producir unos 1,8 millones de metros cuadrados al mes.

El crecimiento exponencial de la azulejera brasileña no evitó que la crisis del país y la volatilidad del real brasileño afectara a los resultados de la inversión de la enseña castellonense. Con todo, desde Pamesa aseguran que la desvinculación "no se debe a la situación del país", donde también se ha reducido la producción cerámica en los últimos años, sino que el gigante cerámico busca "centrarse en el grupo en España", subrayan fuentes del fabricante castellonense.

En busca de financiación

Pamesa ha llevado a cabo este movimiento en un momento convulso para el mercado cerámico español, que atraviesa por una crisis derivada del alza de los costes energéticos de 2022. Ese año, la firma redujo sus beneficios un 16,5% pese a disparar su facturación un 38% hasta los 1.508 millones de euros por la subida de precios para compensar el alza de los costes. Así, aunque la firma consiguió salvar un año complicado, a nadie escapa que tiene que hacer frente a un panorama complejo.

No en vano, el gigante castellonense ha estado buscando financiación en los últimos tiempos, como se refleja no solo en la salida al MARF, el Mercado de Renta Fija de Bolsas y Mercados Españoles, en busca de 150 millones de euros, sino también en la solicitud de un préstamo de 250 millones de euros a Mercadona, de la que el presidente de Pamesa, Fernando Roig, poseía un 9% en el momento de la operación. A ello hay que sumar la desinversión acometida por el grupo con la venta de su participación en la eólica Renomar a su socio, la firma de renovables de Acciona.

En este panorama, la enseña azulejera castellonense también ha tenido que hacer frente a las dificultades derivadas de la invasión rusa de Ucrania en materias primas. No hay que olvidar que Ucrania es el origen de buena parte de las arcillas empleadas en la fabricación cerámica. Por ello, la compañía de Fernando Roig invirtió el año pasado en la compra de la mitad de una compañía minera en Rumanía, Danubian Argila.

De esta manera, tras la salida de Brasil, el grupo cerámico se desvincula de la única fábrica con la que contaba fuera de España, aunque mantiene su presencia en el país de Europa del Este para asegurarse el suministro de arcilla blanca, junto a las cinco licencias mineras con las que cuenta en España.

Plan inversor 'verde'

La azulejera ha puesto en marcha además un plan de inversión en dos años para descarbonizar sus atomizadoras, donde ha iniciado la transición del gas natural al hidrógeno verde. La inversión prevista es de unos 250 millones de euros aproximadamente, según anunció Roig, y que busca sustituir el gas natural en las turbinas de sus instalaciones de cogeneración de energía entre 2023 y 2024. La primera planta libre de carbono ya está en marcha después de que fuese inaugurada el pasado verano.

Esta transición afectará a la totalidad de la energía térmica que emplea Pamesa en sus plantas de atomización de cerámica, unos 250 Mw de energía, que suponen el 60% de toda la energía consumida por la compañía para la fabricación de material cerámico, e implica una horquilla de entre 800.000 y un millón de euros por cada megavatio. El otro 40% de la energía empleada por la compañía corresponde a los hornos cerámicos y el cambio aquí tendrá que esperar un poco más, aunque no ha querido pisarse los dedos con una fecha concreta. 

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