CASTELLÓ. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera "clave" el sector azulejero, no ya solo para la provincia de Castellón, sino también para "el conjunto del país". Así lo aseguró este miércoles en su comparecencia ante los medios de comunicación tras la primera Cumbre Hispano-Rumana, que se celebró en el Auditori i Palau de Congressos de Castelló. Y también lo trasladó, a su vez, a los máximos representantes del sector momentos antes, en una reunión con el presidente y el secretario general de la patronal Ascer, Vicente Nomdedeu y Alberto Echavarria.
En la breve cita, acompañado por su asesor y secretario general de Asuntos Económicos y G20, Manuel de la Rocha, y del president de la Generalitat, Ximo Puig, Sánchez refirió a los representantes cerámicos que "pueden seguir contando con el Gobierno de España", desde donde "vamos a poner todos los recursos del Estado" para defender a la principal actividad económica castellonense, así como al resto de "familias, empresas e industrias", como señaló en rueda de prensa.
Aunque esto se debe trasladar en "nuevas medidas", como indicó, en la práctica las palabras del jefe del Ejecutivo español no van más allá de lo que la ministra de Industria, Reyes Maroto, ya trasladó a Ascer hace dos semanas, ya que se trata simplemente una intención de futuro.
La propia Generalitat valenciana así lo confirma cuando en la valoración de la reunión apunta que "quiere formar parte activa en la búsqueda de soluciones". Es decir, estas medidas todavía no están definidas. En este sentido, aunque Puig agradeció la reunión a Sánchez, también expresó posteriormente "la necesidad de aumentar las ayudas al sector".
Esto pasa, tal y como expresaron desde la patronal cerámica, por incrementar el importe de las ayudas hasta que sea "suficiente" para que las empresas puedan "superar esta crisis con los mínimos cierres y la menor pérdida de empleos posible". Y esto es imposible con el límite de medio millón de euros por empresa fijado en el marco temporal español con el que contrarrestar el impacto de la guerra en Ucrania.
De ahí que en Ascer se muestren preocupados por "los plazos y la demora en la obtención de las ayudas", hasta el punto de "que no esté claro todavía cómo se van a instrumentar ni la cantidad". Máxime cuando "nuestra competencia más directa [Italia] hace meses que ya dispone de medidas de apoyo económicas de un volumen considerable", manifiesta Echavarria.
Y es que en la cita no se habló siquiera de si las medidas pueden significarse como exenciones fiscales, al estilo del país transalpino, o mediante ayudas directas, como están articulando otros países, como Alemania, para sobrellevar la crisis en la industria. Tampoco quedó claro si el Gobierno modificará el marco temporal que permitiría a la Generalitat destinar 50 millones de euros presupuestados para el próximo año al rescate del azulejo.
En Castelló, con Sánchez cambió el interlocutor, pero el discurso no varió. Habrá que ver si el presidente del Gobierno y su equipo tomaron buena nota de las necesidades de la cerámica y reaccionan en las próximas semanas. El tiempo se echa encima de la industria provincial.