CASTELLÓN. El grupo socialista en el Ayuntamiento de Castellón ha intentado mantenerse en un segundo plano en torno a la situación judicial y política de la vicealcaldesa, Ali Brancal, investigada por presunta malversación. De hecho, sigue sin explicitar qué hará el día que finalmente se someta a votación el cese de la número dos del Ejecutivo local. Sin embargo, hace unas semanas la alcaldesa Amparo Marco quiso marcar distancias con su socio de gobierno y enseñó la puerta a la concejala de Compromís. Algo que ha vuelto a hacer este miércoles: a preguntas de los periodistas, la primera edil se ha reafirmado en sus palabras y ha reiterado su convicción de que, si un concejal socialista estuviera en la situación de Brancal, habría dimitido.
La vicealcaldesa, investigada a raíz de una querella del PP por enviar supuestamente papeletas electorales a través del correo municipal en 2014, tendrá que comparecer este viernes ante la Comisión de Gobierno Abierto y Participación para explicar su situación. Tratará de convencer a los concejales del resto de grupos municipales de que en su caso no cabe la aplicación del Código de Buen Gobierno y, para ello, presentará una serie de documentos que avalen su argumentario. Así lo ha confirmado este miércoles, a preguntas de los periodistas sobre un informe que Compromís ha encargado a un jurista externo al ayuntamiento y que avalaría su tesis de que estar investigado no es lo mismo que estar imputado. "Daré unos argumentos y, si no es suficiente con mi palabra tengo cosas por escrito que entregaré" a la comisión, afirma Brancal, quien no ha querido avanzar detalles del contenido de su comparecencia.
Sí ha señalado que el hecho de presentar otro informe no significa que no dé validez al elaborado previamente por la secretaria del Pleno. Un documento que, según dice, "otros han interpretado de otra manera", pero que da "los mismos argumentos" respecto al código ético.
Por otra parte, asegura desconocer si contará con el apoyo del grupo socialista y Castelló en Moviment (CSeM): "No lo sé, igual puede llover que no llover, yo cuento con que los argumentos sean suficientes, pero a lo mejor no es así". Unas dudas que contrastan con la seguridad con la que días atrás afirmó sentirse respaldada por sus socios.
Por su parte, la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, a preguntas de los periodistas este miércoles, ha vuelto a pronunciarse al respecto tras varios días rehusando hacer declaraciones. Se ha mostrado cauta pero a la vez contundente sobre un tema que genera incomodidad en el seno de gobierno. Por un lado, ha expresado su "respeto total y absoluto" a que la vicealcaldesa se defienda: "Tiene todo el derecho a poner encima de la mesa aquellos informes, aquellos argumentos que avalen su decisión. Luego, los demás tendrán que valorar si corresponden o no, si le dan la razón o no, si uno se afirma en sus decisiones o en su opinión previa o no, o le ha cambiado la opinión al tener esos informes".
"Siempre hemos sido respetuosos, lo somos y lo seremos", ha insistido la alcaldesa. Por ello, asegura, primero escucharán los argumentos de Brancal y luego tomarán una decisión. "Es una cuestión de respeto a las personas, sea vicealcaldesa o no, o de cualquier otro partido", ha precisado.
No obstante, se ha reafirmado en el planteamiento que hizo hace unas semanas lanzando un segundo dardo a Compromís. "Lo dije en su momento y lo mantengo, si hubiera sido un concejal del PSOE, yo sé lo que habría hecho [...], es una responsabilidad del grupo municipal socialista, es una cuestión interna que nosotros tenemos clara, pero aquí estamos hablando de otro partido político y las cosas no son tan fáciles cuando uno gobierna en coalición".
Además, ante la presión creciente del PP, que descarga en Marco la responsabilidad de cesar a Brancal, ha explicado su papel en este asunto. "La alcaldesa lo que no puede hacer es actuar bajo ningún concepto de una forma arbitraria e interpretando algo que yo no soy capaz, entre otras cosas porque no tengo los conocimientos jurídicos para interpretar el Código de Buen Gobierno y lo que quiero es estar avalada y respaldada por los servicios técnicos de la casa y por una decisión del pleno, que es lo que corresponde", ha afirmado la primera edil, quien ha recordado que el informe de la secretaria establece unos pasos a seguir. Si la comisión eleva un dictamen sobre el cese de Brancal, algo que no se prevé al menos hasta una sesión posterior a la de este viernes, la alcaldesa "actuará", indica, una vez el pleno haya decidido.
Por último, y respecto a la posibilidad de que se rompa el pacto de gobierno si el grupo socialista no blinda a la vicealcaldesa tal y como ha dejado caer algún miembro de Compromís, Marco ha asegurado no sentirse "amenazada por nadie ni por nada". "Yo estoy aquí para trabajar por los ciudadanos y lo único que me preocupa es cumplir con la legalidad [...], poner a Castellón por encima de todo, por encima de los intereses de mi partido y de mis intereses personales", ha sentenciado.
Por su parte, varios representantes vecinales han vuelto a presentar batalla. El presidente de la Federación de Asociaciones Ciudadanas, Consumidores y Usuarios de Castellón, Amalio Palacios, y el presidente de la Asociación de Vecinos Verge del Lledó, Miguel Ángel Guillamón, solicitaron asistir a la pasada reunión de la Comisión de Gobierno Abierto y Participación por el "interés general" que, a su juicio, suscitaba la situación de la vicealcaldesa. Una petición que han reiterado de cara a la próxima sesión del viernes.
En esta ocasión, exactamente igual que pasó la vez anterior, la secretaria de la comisión ha rechazado la solicitud al considerar que no se da la circunstancia por la que se permite la asistencia de representantes de asociaciones en este órgano, pues el reglamento establece que podrán participar cuando hayan intervenido previamente en la tramitación del asunto en cuestión. Algo que no sucede en este caso, según la respuesta remitida a las entidades vecinales.