El director sueco Ruben Östlund considera que su obra es una mezcla de Larry David y Michael Haneke. Ciertamente, los puntos más fuertes, que son los más divertidos, de sus últimas y premiadas películas se encuentran en las escenas que más incomodidad provocan al espectador. En la última, gente obscenamente millonaria intoxicada por ostras en mitad de una marejada en un yate. Parece una idea de la editorial Brugera, pero con esas carcajadas ha ganado en Cannes y aspira a los Oscar
Se llama afonía psicógena o mutismo. Cuando alguien sufre una experiencia traumática, pierde la voz. Le ocurrió a Khavaj, un luchador de artes marciales que, en el contexto de las campañas anti-homosexuales que tuvieron lugar en Chechenia en 2017, fue amenazado de muerte por su hermano y repudiado por su madre. Como refugiado, pudo iniciar una nueva vida en Francia y Bélgica. El autor del documental que se rodó sobre él, Silent Voice, también oculta su nombre por miedo a represalias del gobierno
Los diferentes golpes que había recibido el equipo de Jackass, como la muerte de dos de sus integrantes en un accidente de tráfico o las adicciones de otros, hacían presagiar que la historia de este programa estaba periclitada. Sin embargo, ha habido una edición más en la que sigue presente un humor basado en dolor, caca, penes, testículos y vómitos. Sin variaciones. Aunque esta vez ha sucedido un caso curioso, la película es excesivamente violenta, pero el making of, que no duele tanto a la vista, es mucho más divertido
Hubo también una Rússkaya Amérika. Los rusos también participaron en la colonización de este continente. En Alaska, lógicamente, pero con una incursión en California. Un capítulo anecdótico de la historia, pero que fue convertido en una película en 1952 por Lew Landers en la época de macartismo. Años en los que muchos profesionales aprovechaban oportunidades como esta película para que al participar en ellas no hubiera dudas sobre su anticomunismo
En la historia del cine estadounidense hay dos épocas diferenciadas, antes del código Hays y después. El código fue un conjunto de reglas morales que las grandes productoras acordaron cumplir. Por ejemplo, el adulterio siempre tenía que acabar mal. Si hubo una película que desató ese afán de censura que duró décadas, fue Baby Face, que mostraba cómo una mujer de clase obrera solo podía ascender laboral y socialmente por medio de la prostitución
Comunicadores que vienen del pueblo, hablan como el pueblo, le encantan al pueblo y son al mismo tiempo temidos y codiciados por los políticos. No hace falta buscarlos en los streamings o en las redes sociales, este fenómeno es tan viejo como la radio y la televisión. De hecho, una película de Elia Kazan y Budd Schulberg (autor de las pruebas documentales contra los nazis en Nuremberg) retrató el fenómeno de forma magistral. Los tics megalómanos del comunicador demagogo de hoy y sus componendas políticas, aquí son perfectamente reconocibles
Podría haber sido cosa de Rossellini o Satyahit Ray, pero era el barrio de Watts en Los Angeles y la película la rodó un estudiante negro de UCLA. Era su proyecto de fin de estudios. Charles Burnett hizo todo. El guión, la cámara, la fotografía, la dirección, el montaje... los actores eran gente del barrio. No había grandes ambiciones, pero ahora se considera una de las 100 películas esenciales de la historia. Contar, no contaba nada, por eso contaba mucho. Era la vida, sin más, en ese barrio obrero
Culturplaza analiza los largometrajes de la Sección Oficial de Cinema Jove 2021
'Josep', la película de animación dirigida por el dibujante francés Aurel, recupera la historia del también dibujante y exiliado republicano Josep Bartolí a su paso por los campos de concentración del sur de Francia tras la Guerra civil española