CASTELLÓ. UBE Corporation Europe prepara un auténtico salto en su política de crecimiento orgánico. La multinacional de origen japonés invertirá en sus instalaciones en el Viejo Continente (fundamentalmente en el Grau de Castelló) 90 millones de euros en el próximo trienio 2022/2024, una cifra a la que hasta ahora no se había acercado. De hecho, su máximo histórico son los 72 millones que invirtió de 2016 a 2018, mientras en el trienio en curso la cifra es de 57 millones.
Con ello, el salto en la inversión será de casi el 60%, un "incremento importante" y al alcance de pocas compañías, detalla el presidente de UBE Corporation Europe, Bruno de Bievre. Hay varios motivos para ello. Uno es la apuesta por "las medidas de seguridad ambiental", a las que destinarán "un 25%" de aquella cifra; es decir, unos 22,5 millones de euros. Otra causa es la "renovación" de la planta del polígono del Serrallo, que tiene algunas áreas "con más de 50 años": "parte de la infraestructura de base hay que reemplazarla", reconoce De Bievre.
Asimismo, UBE también invertirá en mejoras de la planta para aumentar la producción de fertilizantes y de composites (mezclas de plásticos que mejoran sus propiedades), mientras que la parte destinada a innovación se mantendrá "más o menos igual que en el trienio" actual.
Todos estos datos los ha ofrecido el presidente de la compañía en la rueda de prensa en la que ha hecho balance del pasado ejercicio fiscal, cerrado el 31 de marzo. En él, el impacto de la pandemia (y de otras adversidades no esperadas, como el incendio en parte del área de caprolactama en abril de 2020) fue finalmente "mucho menor de lo esperado", ya que en la segunda mitad del año "se recuperó la automoción", uno de los principales mercados de UBE.
Con ello, la firma facturó 381 millones de euros (lo que representa una caída del 11% sobre 2019 y del 13,4% respecto al récord de 2018), pero pudo registrar unos buenos beneficios que, eso sí, también descendieron. Así, tras mantener el Ebitda en cifras similares al del ejercicio precedente (40 millones por los 44 de 2019), las ganancias netas fueron de 14,5 millones de euros, un 23,5.
No es una mala cifra, ya que está en la línea de los resultados consolidados de la matriz. Según detalló De Bievre, UBE Corporation cerró el año con 182 millones de euros de beneficio (la delegación castellonense aportó un 8%), mientras la facturación fue "de 4.900 millones", con lo que la división europea supuso un 7,8%. Y es que a pesar de la caída de facturación, UBE Europe "representa un tercio de la parte química" del grupo.
A las cifras de Castellón ha ayudado Repol, que UBE compró en un 75% en abril de 2019 y que el año pasado facturó 21 millones de euros, por debajo eso sí de las cifras del ejercicio anterior, cuando sus ingresos fueron de 27,5 millones. Y ello a pesar de que el porcentaje de la exportación en sus ventas ha pasado del 25 al 49%, lo que denota que el impacto de la pandemia en la firma almazorense ha sido más importante.
En cuanto a las perspectivas para el ejercicio 2021, en UBE barajan un "optimismo prudente" en base al cual pretenden acabar "en números positivos", lo que debería redundar en retomar la senda de crecimiento tras dos años de descensos. Eso sí, el alza de los costes energéticos y de la logística (especialmente los fletes portuarios) pueden suponer un nuevo golpe a las cuentas de la compañía.
En este sentido, Santiago Bretón, director de varias áreas de la firma, entre ellas de producto, también apunta que hay un cariz especulador en parte del alza, sobre todo en lo que respecta a los derechos de emisión: "Hay operadores que entran a especular; una parte está relacionada con las políticas de la UE, pero otras con la especulación y eso habría que regularlo".
Así, estos y otros costes, como las materias primas, que también van al alza, acaban en muchas ocasiones repercutiendo en el cliente final. Pero en otras ocasiones "no es posible", apunta De Bievre, con lo que ajustará los márgenes de la compañía.
Para mejorar las cuentas de este año, UBE Corporation Europe abrió el pasado mes de abril una delegación comercial en Turquía con la que aprovechar "el prometedor mercado de composites a base de poliamidas". Pero los problemas para exportar a Estados Unidos debido a la falta de contenedores pueden ser un nuevo lastre.
En la rueda de prensa, en la que también participaron los altos cargos de la compañía Daniel Loyarte y Agustín Aguilar, el presidente de la filial castellonense no descartó nuevas adquisiciones "si se presenta alguna oportunidad", ya que actualmente los precios son muy altos debido a que los fondos de inversión están "muy activos".