Un pleno del estado de la provincia descafeinado y previsible: los partidos se ciñen a su guión

CASTELLÓ. El último pleno de la legislatura sobre el estado de la provincia en la Diputación de Castellón constató que los partidos políticos están entregados a la precampaña electoral. En realidad, nada nuevo. El maratón plebiscitario de 2023 viene marcando la estrategia del equipo de gobierno (PSPV y Compromís) y de la oposición (PP y Ciudadanos) desde hace meses. Sin embargo, la puesta en escena se hizo más patente en la convocatoria de este martes

El presidente, el socialista José Martí, defendió la necesidad de reeditar la coalición progresista, "porque le ha venido muy bien a Castellón desde 2019". El líder de la formación valencianista, Ignasi Garcia, reclamó porfiar en las políticas de transición ecológica y energética, desmarcándose de su socio de gobierno en materias de ámbito nacional. La portavoz popular, Marta Barrachina, elevó su tono fiscalizador y anunció que "cuando gobierne el PP recuperaremos el liderazgo de la institución". Por último, la representante naranja, Cristina Fernández, acusó al bipartito de abanderar "un perfil bajo, que hace que la Diputación se haga cada vez más invisible".

Las peroratas de los distintos diputados se ciñeron al guión esperado. No hubo grandes anuncios ni tampoco intercambio de golpes sonados. Los idearios marcaron cada intervención, si bien es cierto que la insistencia del principal partido de la oposición a propósito de sus criticas arrastraron al presidente y a los portavoces de las formaciones de gobierno (Santi Pérez, por parte del PSPV), que terminaron entrando en el juego.

De hecho, Martí varió su discurso de cierre para matizar lo que calificó de "cosa personal" tras los reiterados ataques de Barrachina, que le acusó de "falta de liderazgo y de no ser "de fiar" al haber incumplido las dos partidas del PP que se incluyeron en los presupuestos de 2022. En relación a esto último, se comprometió a recuperar el millón de euros, "siempre desde el diálogo". Respecto a la primera cuestión, aclaró que el término da para una convención de fin de semana. "¿Qué se entiende por liderazgo? ¿El ordeno y mando y ejercer como contrapoder de un mismo partido? Ese no es mi liderazgo, sino la preocupación de una institución por las personas", subrayó.

El presidente de la institución, en su primera intervención, hizo un repaso de los principales logros en estos años y aportó algunas cifras en cuanto a inversión. Por ejemplo, los 66 millones en transferencias y actuaciones, "tres veces más que los 18 millones de 2019". También se refirió al gasto por habitante de la institución (261,6 euros), muy por encima de las Diputaciones de Valencia (188,2 euros) y de Alicante (107,7 euros). 

La gestión del Provincial

Otra cuestión en la que incidió es en el Hospital Provincial. "Ha llegado el momento de que la Generalitat impulse su absorción, de manera que quede integrado [el centro] en el servicio público valenciano de salud. De esta forma, la Diputación dejará de ejercer una competencia impropia, que no tiene ningún sentido", señaló. En efecto, se trata de uno de los grandes compromisos de Martí desde que aterrizó en la entidad supramunicipal y que sigue sin hacerse realidad.

El presidente habló de otros asuntos de actualidad, como las ayudas a los municipios afectados por el incendio de Bejís, la crisis del sector azulejero o la negociación con los funcionarios acerca de la carrera profesional. Sobre esto, insistió en que se actuará de acuerdo con la legalidad, sin ceder a las presiones de los sindicatos, que incluso han enviado una carta al president, Ximo Puig, para exigir el cumplimiento de la ley.

El PP no fue el único partido que acentuó su tono fiscalizador sobre Martí. La portavoz de Cs mostro su inquietud "por la evidente renuncia a liderar las políticas que mejoren nuestras comarcas por parte de la institución provincial. No es que tengamos una Diputación de perfil bajo, es que cuesta ver su huella en nuestros pueblos y ciudades. Los alcaldes saben que está, los vecinos saben que existe, pero nadie sabe muy bien para qué sirve Hay algo peor que gestionar mal y es haberse convertido en intrascendente". 

En la misma línea, la mentada Barrachina señaló que "necesitamos líderes valientes que reivindiquen ayudas, pero ustedes empeoran las cosas". La portavoz popular enumeró algunas de las medidas de su formación en materias como la caza, la pesca, el azulejo, el turismo  o las infraestructuras viarias. Asimismo, reiteró su postura sobre la negociación de los presupuestos después de romper relaciones con el PSPV. Es más, anunció que "votaremos en contra". Al menos, mientras "usted no sea de fiar", le recalcó en varias ocasiones a Martí.

Reforma integral del General

Garcia centró su discurso en aquellas áreas competencia de Compromís y destacó la importancia de potenciar tanto el Plan Director del Agua como la transición energética para "acabar con la dependencia del oligopolio eléctrico", precisó. Del mismo modo, anunció la presentación de una declaración institucional para solicitar la reforma integral del Hospital General, la misma que el Ayuntamiento de la capital de la Plana aprobará este jueves en el pleno. Por último, avisó que su formación estará vigilante "a los planes del Gobierno central de volver a los peajes en la A7. Tenemos que estar pendientes si lo que hace es mantener autovías gratuitas mientras castiga al sector del transporte de Castelló, nos opondremos".

Antes del colofón de Martí, el portavoz del PSPV, Santi Pérez, intervino, siguiendo el orden de turno de palabra, de menor a mayor diputados. Lo hizo para recordar algunos avances de la institución, pero también para acusar al PP de "dibujar una provincia negra, sin aportar propuestas de mejora. Ya conocemos su pesadumbre y pesimismo". En este punto, replicó cada una de las recriminaciones en relación a la gestión y advirtió que en la etapa popular "hubo 0 ayudas. Se olvidó de todo aquello que pide ahora".