CASTELLÓ. La empresa encargada ha retomado las mediciones acústicas de las Tascas de Castelló con el inicio de julio. El pasado día 1 y tras la suspensión durante los meses del estado de alarma, volvía la monitorización en plena nueva normalidad y con las tascas en temporada baja por el verano.
En este contexto, paradójicamente la menor afluencia de clientes puede ayudar a reducir los niveles acústicos en las Tascas, con lo que este espacio hostelero puede tener más fácil salir de la Zona Acústicamente Saturada.
Las Tascas parecen estar en jaque ante el complicado encaje de su modelo de negocio, basado en las grandes multitudes, con los criterios de distanciamiento social de la nueva normalidad. En los días previos al confinamiento algunos propietarios de las tascas valoraron incluso reducciones horarias para evitar convertirse en un foco de contagio y se aventuraron a valorar el cierre en los fines de semana.
Tras la desescalada queda un escenario incierto para las Tascas que deben convivir con la doble limitación de la ZAS y las medidas de la nueva normalidad. Una realidad que pone sobre la mesa la necesidad de repensar, al menos a medio plazo, su modelo de negocio.
El pasado mes de febrero, y tras una campaña de sensibilización, se iniciaron las mediciones definitivas para que las calles Isaac Peral, Barracas, Vera y la plaza Santa Clara puedan abandonar la ZAS. Sin embargo, tras apenas un mes y medio, la llegada del coronavirus dejó en stand-by estas mediciones, lo que supuso un nuevo retraso en el camino de las tascas para salir de la limitación acústica.
En enero el Ayuntamiento llegó a valorar incluso la posibilidad de eliminar la ZAS después de Magdalena si los primeros meses de mediciones arrojaban luz sobre los niveles de ruido reales de la zona. Unos niveles que los hosteleros defendían que "distaban mucho" de lo que estipula la ley respecto a la ZAS.
Teniendo en cuenta que la obtención de los datos se debe realizar en un lapso de 12 meses, como estipula el contrato firmado con la adjudicataria Acusttel, las mediciones se tendrían que realizar al menos hasta mayo de 2021 para poder presentar el informe con los resultados tras los meses de retraso por el estado de alarma.
Según el artículo 28 de la Ley 7/2002, de 3 de diciembre, de la Generalitat Valenciana, de Protección contra la Contaminación Acústica, son ZAS aquellos espacios en los que se sobrepasen dos veces por semana durante tres semanas consecutivas, o tres alternas en un plazo de 35 días naturales, y en más de 20 dBA, los niveles de evaluación por ruidos en el ambiente exterior establecidos (55 dBA diurnos y 45 nocturnos). Por lo tanto, las zona de tascas deberá acreditar unos niveles inferiores de ruido tras las mediciones para que el Ayuntamiento solicite la suspensión de la ZAS.