CASTELLÓ. Casi la mitad de los fabricantes de maquinaria cerámica han tramitado expedientes de regulación de empleo -ERTE- y aunque no falta trabajo en esta reanudación de la actividad tras dos semanas de parón, desde el sector sí prevén un bajón de pedidos de sus principales clientes: la industria del azulejo y los pavimentos.
La normalidad ha sido la nota destacada en esta vuelta a la plantas de producción de los fabricantes de maquinaria cerámica con la reanudación al cien por cien de la actividad debido por la carga de trabajo pendiente que tenían, aunque si bien entre el 40 y 50% de las empresas han decidido solicitar ERTE, de los que ya se han ejecutado entre el 20 y 30%, según apuntan fuentes de la patronal que los agrupa, Asebec.
Además de establecer rigurosas medidas que permitan a las fábricas blindarse ante la propagación del coronavirus, esta vuelta ha venido acompañada en numerosos casos por cambios en los turnos laborales y la necesidad de ajustar los horarios a la carga de trabajo.
Pese a esta vuelta la normalidad, la maquinaria cerámica -tercer pilar en el clúster azulejero castellonense junto a los fabricantes de baldosas y las esmalteras- sí teme que el pinchazo que hoy atraviesan los fabricantes de pavimentos con la caída de los pedidos que, según la patronal Ascer se estima en torno al 70%. Desde Asebec se prevé que esta desaceleración en sus principales clientes les repercutirá más pronto que tarde y se dejará notar en los pedidos a corto plazo, según reconoce el presidente de la patronal de la maquinaria cerámica, Juan Vicente Bono.
En cuanto a la llegada de liquidez a la cerámica, Bono comparte la inquietud mostrada tanto por los representantes de la industria azulejera Ascer como de los esmaltes y fritas, aunque señala que las ayudas a través del ICO ya está llegando a algunas empresas a través de las entidades financieras. En este sentido, Bono reclama a la Administración celeridad en la tramitación de esta inyección de liquidez y llegada de dinero que permita a la industria sortear esta crisis.
Por otro lado, el presidente de Asebec recuerda las dificultades que se están encontrando las empresas por el cierre de alojamientos hoteleros, lo que está repercutiendo en la propia comercialización de los productos, al tratarse de un sector muy dependiente de la acción exterior y la necesidad de desplazamientos a lo largo de toda la geografía.
En cuanto a la próxima edición ferial de Tecnargilla, una de las principales citas internacionales de la maquinaria cerámica que está prevista que se celebre en la ciudad italiana de Rímini a principios del próximo mes de octubre, desde las empresas españolas no se disimula la incertidumbre en cuanto a la posibilidad de que pueda celebrase. Tal como se señala desde el sector, todo está a expensas de cómo evoluciona la pandemia de coronavirus, no solamente en el país anfitrión y España, sino en otros mercados de interés para esta industria auxiliar del azulejo.