CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló ya tiene una hoja de ruta para reformar la Pérgola en esta legislatura. Tras la sentencia favorable del TSJCV en el recurso Contencioso-administrativo contra la Conselleria de Cultura, un litigio heredado de los anteriores gobiernos (Acord de Fadrell y Botànic), la idea del nuevo equipo de gobierno (PP y Vox) pasa por renovar el edificio con fondos europeos sin necesidad de proceder a su derribo, como contempla el Plan General.
Para evitar la demolición, el ejecutivo quiere modificar la ficha del Pormenorizado, el instrumento del planeamiento urbanístico que entra al detalle sobre los usos de los sectores. En este caso, del parque Ribalta. Se trata de eliminar la obligatoriedad de derruir el inmueble para acometer mejoras estéticas y estructurales. El portavoz municipal, Vicent Sales, señala que todavía no está definida la fórmula para cambiar la citada ficha, pero "nuestra intención es sustituir el término 'derribo' por otro". En efecto, se busca una palabra (o una estructura gramatical) que abra el abanico de alternativas a la hora de actuar sobre el edificio.
El propio edil reconoce que se pretende recuperar el proyecto de Palacio de Cristal que el Partido Popular, con Alberto Fabra como alcalde, planteó en 2008. Eso sí, con las correspondientes actualizaciones y correcciones al haber transcurrido 16 años. "Queremos un espacio que quede integrado en el jardín romántico. Un edificio respetuoso con el entorno y funcional para celebrar eventos y congresos".
En la rehabilitación de la Pérgola, está por concretar si se respetará o no la estructura en forma de araña (arcos metálicos) diseñada por el arquitecto municipal Joaquín Tirado. Sales admite que mantenerla está dentro de lo posible, pero la decisión final la tomarán los técnicos una vez elaboren el anteproyecto.
En el pasado mandato, el Ayuntamiento intentó reformar sin éxito la edificación. La disputa política de la entonces alcaldesa, Amparo Marco (PSPV), con la Conselleria de Cultura (Compromís) engulló el proyecto, hasta el punto de liquidarlo, lo que derivó en un conflicto en los juzgados.
Hay que retroceder hasta 2021 para encontrar el origen del litigio. La administración valenciana emitió hasta dos informes favorables al proyecto de remodelación (31 de marzo y 5 de octubre). Como consecuencia, el consistorio licitó la redacción y ejecución de las obras a finales de ese año. En marzo de 2022, la Junta de Gobierno Local aprobó la adjudicación en favor de la mercantil Becsa. No obstante, apenas un mes después Cultura se retractó. Amparándose en nuevas valoraciones de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos como la Universitat Jaume I y el Consell Valencià de Cultura (CVC), comunicó al Fadrell que desautorizaba la actuación pese a contar con financiación europea.
A partir de ese instante, el choque entre instituciones fue a más hasta que en mayo el Ayuntamiento interpuso el mentado recurso, cuyo falló se conoció recientemente, dando la razón a la entidad local. Fruto de la actual buena sintonía entre el consistorio y la Conselleria, se llegó a un acuerdo de colaboración para recuperar la actuación, siempre teniendo en cuenta que se enmarca dentro de un Bien de Interés Cultural (BIC) como es el parque Ribalta.