CASTELLÓ. La alcaldesa de Castelló, la popular Begoña Carrasco, resetea otra obra de su antecesora en el cargo, la socialista Amparo Marco. La primera munícipe y el vicepresidente primero y conseller de Cultura, Vicente Barrera, desbloquean la reforma de la Pérgola tras llegar a un acuerdo de colaboración entre ambas administraciones. Lo hacen a la espera de la sentencia sobre el Contencioso-administrativo interpuesto por el Acord de Fadrell contra la Generalitat y que se conocerá el próximo 21 de febrero.
En función de ese fallo, se plantearán diferentes escenarios sobre la intervención en el inmueble. Desde modificar el anterior proyecto, apostando siempre por un mayor acristalamiento del edificio, hasta impulsar una actuación completamente nueva. En cualquier caso, tocará esperar al menos hasta 2025 para que la rehabilitación empiece a tomar forma, ya que para este año no se prevé ninguna inversión respecto a la ejecución.
A pesar de que la Pérgola se encuentra en un parque (Ribalta) declarado como Bien Interés Cultural (BIC), lo que impide según el Plan General realizar cualquier obra que no suponga el derribo, la solución administrativa para sortear este obstáculo pasa por modificar el Catálogo de Patrimonio.
Barrera, que se reunió este lunes con Carrasco, se comprometió a introducir una partida específica para la reforma en los presupuestos de su departamento con vistas al próximo curso. En paralelo, el Ayuntamiento se presentará a una nueva convocatoria de Next Generation al objeto de captar fondos. La idea es que la financiación sea compartida.
Carrasco anunció que "la voluntad conjunta es seguir dando pasos adelante, desjudicializando este proyecto, apostando por el consenso y el diálogo, y poniéndolo a disposición de todos los castellonenses. Esta es la base para empezar ya a trabajar en el proyecto de la nueva Pérgola y acabar con el actual pleito".
En este contexto, la alcaldesa subrayó que "independientemente cuál sea la resolución del pleito, la colaboración es total y absoluta del Ayuntamiento para desbloquear la Pérgola, un edificio con alto valor sentimental para los castellonenses que queremos devolver a la ciudadanía. Y así nos pondremos a trabajar, desde el minuto 1 para eso".
Para Carrasco, el proyecto del anterior gobierno "respetaba la idiosincrasia y la relación con el entorno de este parque declarado BIC. Pero queremos ir un paso más allá y dulcificarlo todavía más para que quede integrado de la mejor manera posible".
La primera munícipe insistió en que "fue la Conselleria de Cultura quien autoriza en su momento la reforma de La Pérgola. En ese momento el Ayuntamiento de Castelló saca a licitación y adjudica a una empresa pero, de repente, empieza el enfrentamiento entre PSOE y Compromís se revoca la autorización de reforma y la empresa, que ya tenía en marcha el procedimiento para reformarla, no puede llegar a ejecutarlo. No sólo se ha perdido sólo tiempo, sino también mucho dinero, ya que era una obra que contaba con fondos europeos, que volveremos a solicitar para llevar a cabo la reforma del edificio".
Barrera afirmó que la situación que se ha producido con la reforma de la Pérgola "es algo insólito. No se entiende el trasfondo político de rencillas y peleas, ya que la propia Conselleria de Cultura, a través de su dirección general de Patrimonio, se enmienda a sí misma. Los políticos estamos aquí para impulsar proyectos y no para paralizarlos y mucho menos para judicializarlos entre las propias administraciones". "El acuerdo está tomado, hay que hacer posible este proyecto y hacerlo lo antes posible, ya que toda la paralización viene de los enfrentamientos de los gobiernos anteriores que no tenemos por qué heredar", agregó.
Hay que retroceder hasta 2021 para encontrar el origen del conflicto. La Conselleria emitió informes favorables al proyecto de remodelación del inmueble hasta en dos ocasiones (31 de marzo y 5 de octubre). Como consecuencia, el Ayuntamiento licitó la redacción y ejecución a finales de ese año. En marzo de 2022, la Junta de Gobierno Local aprobó la adjudicación en favor de la mercantil Becsa. Sin embargo, apenas un mes después Cultura se retractó. Amparándose en nuevos estudios de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos como la Universitat Jaume I y el Consell Valencià de Cultura (CVC), comunicó al Fadrell que desautorizaba la actuación pese a contar con financiación europea.
A partir de ese momento, Marco, inició su disputa contra la administración autonómica. En mayo de ese mismo año, el Partido Socialista hizo valer su condición de socio mayoritario para aprobar un requerimiento a la Conselleria con el fin de que revocara o anulase la resolución por la que no concedía el permiso para seguir con la intervención.
Cultura, en mano entonces de Compromís, se mantuvo firme respecto su decisión, lo que finalmente derivó en el Contencioso-administrativo del Ayuntamiento. Además, y para no perder los fondos Feder, el ejecutivo local se vio abocado a desviar el dinero a otro proyecto de rehabilitación, esto es, la remodelación del Mercado de Abastos.