CASTELLÓ. El edificio de Correos de Castelló genera expectación entre las empresas especializadas en rehabilitaciones. Hasta seis firmas han mostrado su interés por presentar propuestas después de que la Conselleria de Innovación haya facilitado la posibilidad de inspeccionar el inmueble para conocer su estado a lo largo de tres días (22, 24 y 29 de julio). Ahora, las compañías deben decidir si pujan por el contrato o desisten al considerar que se trata de una obra civil demasiado compleja o que no resulta rentable por el presupuesto.
Hasta el 8 de septiembre, día en que acabará el periodo de presentación de ofertas, no se sabrá el número exacto de concurrentes en la licitación. Sin embargo, el hecho de que varias mercantiles hayan trasladado su voluntad de hacer la reforma al visitar el interior de la céntrica y emblemática edificación invita a pensar que habrá cierta disputa. Todas las compañías poseen amplia experiencia en intervenciones de este tipo y algunas operan con asiduidad con la administración pública.
Recortar el plazo de ejecución por los fondos europeos
Más allá de la cantidad final de licitadores, será interesante conocer los plazos de ejecución que ofrezcan las empresas participantes en el concurso público. En teoría, los trabajos de restauración deberían concluir antes del 31 de marzo de 2026. Al menos, esa es la idea de la propia Conselleria para garantizar la cofinanciación al 50% de la Unión Europea a través de los fondos Next Generation.
La reforma del edificio de Correos cuenta con un presupuesto de 3,3 millones de euros y la duración de la obra se establece en 12 meses. Esto significa que la adjudicataria tendrá que correr mucho durante la ejecución para cumplir ese objetivo de culminar la actuación dentro del primer trimestre del año. En efecto, las convocatorias de la UE son muy estrictas respecto a los tiempos de entrega y no posibilitan moratorias. En cualquier caso, fuentes consultadas aseguran que la financiación no corre peligro, ya que, en el peor de los escenarios, la Generalitat asumiría la inversión en su totalidad. En este caso, el dinero europeo se desviaría a otro proyecto similar.

- Interior de Correos. Foto: ANTONIO PRADAS
Principales características del proyecto de rehabilitación
La rehabilitación integral de Correos afectará a 2.572 metros cuadrados. La nueva distribución convertirá el sótano en archivo y almacén. La planta baja, totalmente diáfana, contará con un salón multifuncional de eventos, un espacio expositivo y un punto de atención del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace+i). El Ayuntamiento de Castelló aprovechará ese espacio para usos culturales y turísticos.
El primer nivel acogerá los servicios territoriales de la Conselleria de Innovación e Industria, que se localizarán también en el segundo piso. Además, habrá despachos con un funcionamiento institucional. Por último, la planta cubierta se destinará a almacenaje. El cambio de concepción de Correos obligará a modificar los itinerarios para crear tres independientes.
Inaugurado en 1932, el edificio de Correos es un destacable exponente del estilo neomudéjar, considerándose además una de las mejores muestras del modernismo valenciano en Castelló. Fue creado por el arquitecto Demetri Ribes (estación del Norte de València) en colaboración con el castellonense Joaquín Dicenta Vilaplana. Su impronta se aprecia en la ornamentación floral y geométrica, con la influencia neomudéjar visible en el empleo del ladrillo y los arcos lobulados. Se trata, según los expertos, del edificio de mayor valor patrimonial de la ciudad.