CASTELLÓ. Los vaivenes del nuevo propietario de Marie Claire deja a la plantilla en una especie de tierra de nadie. Formen quiere romper la compraventa que formalizó hace apenas seis meses pero necesita un acuerdo con el administrador concursal, que piensa hacerle cumplir las obligaciones del contrato. Hasta que este traspaso no se dilucide no se podrá iniciar la negociación del expediente de extinción de empleo. Al respecto, los trabajadores ya avanzaron terreno tiempo atrás ante los incumplimientos de la firma que dirige Ángel Pío Sánchez y presentaron demandas en los juzgados para reclamar la rescisión de sus contratos y el cobro de sus nóminas pendientes. Y, en este sentido, ya tienen fecha para los juicios tras celebrarse los actos de conciliación, a los que no asistió Formen. Serán los días 20 y 31 de marzo. A través de esta vía confían en adelantar su desvinculación de la empresa para así poder buscar un trabajo y poder recibir las indemnizaciones, ya sea de Formen o del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) si el dueño constata su insolvencia.
Los 74 empleados que permanecen en la textil de Vilafranca acumulan retrasos de entre cuatro a siete meses en el pago de las nóminas. La mayor parte volvió en septiembre del ERTE con la llegada de un nuevo comprador en la empresa, mientras un pequeño grupo lo hizo dos meses antes para labores de mantenimiento. Desde entonces no han recibido un euro y no pueden apoyarse mientras tanto en la prestación de desempleo por mantener una relación laboral con Marie Claire. Formen ha tomado esta semana su decisión de salirse de la empresa y su propósito de tramitar el despido de todos los trabajadores. Para que se ratifique el ERE aún queda camino que recorrer, porque aún se tiene que acordar la resolución del contrato de compraventa, que comportaría el regreso de la fábrica al administrador concursal, que se encargaría de pilotar el expediente de regulación y la liquidación de las naves.
En esta línea, Formen no puede irse de forma unilateral -y sin haber pagado nada- y necesita el aval del administrador concursal. Y este último ya ha informado que irá hasta el final para exigir el cumplimiento del contrato, lo que derivará en un pleito judicial. "Aún nos tiene que confirmar si se anula la venta y si la fábrica vuelve al administrador concursal", aseveran desde el comité de empresa.
Por este motivo, la segunda alternativa que tienen en marcha los trabajadores radica en las demandas por los impagos que formalizaron en enero, en las que solicitan la rescisión de los contratos y el cobro de sus salarios pendientes. Y las vistas tendrán lugar este mes de marzo. Según el comité de empresa, cuando el juzgado resuelva la plantilla podrá recibir la indemnización que le corresponde por despidos y los atrasos. El primer objetivo de los trabajadores es que pague Formen, pero si esta opción no es posible por su falta de liquidez entraría el Fogasa, que aportaría 20 días y 15 meses más un máximo de cuatro meses. Las cantidades serán cuantiosas porque la historia laboral en Marie Claire de la mayoría de los afectados supera los 20 años. Así, el personal tendría una diferencia por recibir y para ello serían incluidos en la lista de acreedores. No obstante, el comité de empresa asevera que Formen debe hacer frente "a todo lo que debe, ya que supuestamente entregó un aval con tres millones de euros".

"Nos mostraba una fotocopia con una transferencia que luego no llegaba nunca"
El personal muestra su hartazgo por el "abandono" y los "engaños" de Formen. "Este señor -Ángel Pío Sánchez- entró en Marie Claire sin un euro". "Nos decía que nos iba a pagar mostrando la fotocopia de una transferencia que luego no llegaba", resalta la plantilla, que lamenta que desde el inicio "parecía que no tenía mucho interés en la compañía".
Las mismas fuentes explican que desde septiembre a noviembre el gerente -procedente de Madrid- bajaba una vez a la semana-. A su vez, continúan, puso a dos coordinadores hasta noviembre; a partir de ese momento "ya no vino nadie de Formen a Vilafranca".
La mercantil de Pío Sánchez se ha escudado para romper el contrato en "un estrangulamiento económico" generado por el embargo de sus cuentas ordenadas por el juzgado del Mercantil de Castelló a instancias del administrador concursal, pero esta orden llegó en diciembre, cuando no había pagado todavía por la unidad productiva ni las nóminas. "Los abogados de Formen nos reiteran que pese a levantarse el embargo se quieren ir porque por ello la situación económica empeoró, pero en diciembre, cuando se notificó, no cumplía con sus obligaciones económicas", recuerdan desde el comité de empresa para desmontar sus justificaciones.