La luna llena se despojó de su estela plateada sobre el cielo de Morella. La noche del sábado, calurosa, transparente, bella, dejó momentos especiales, fiestas en la mayoría de los municipios de la comarca de Els Ports, fiesta grande en Xiva de Morella, las fiestas del Quinqueni, cuya última edición debió suspenderse por estar confinados en pandemia. Diez años sin celebraciones para la Virgen del Roser. Masiva participación en todos los actos y muchas emociones a flor de piel para una fiesta única.
En esta crónica de mis días, me gusta ver a Pancho ronronear por la casa, buscando una caricia, una mirada, para confirmar que sigo a su lado, que no me he escapado. La artrosis de mi perro avanza sin remedio, tropieza, se cae y, tambaleándose, vuelve a levantarse y sigue caminando con dificultad, pero no pierde la gracia perruna de agitar alegremente su cola. Las salidas de Pancho a la calle son escasas, hay que ayudarle a subir y bajas cuestas, escaleras. Hemos podido llegar a La Alameda, el bello paseo que abraza la ciudad, el mismo lugar donde dio sus primeros pasos morellanos, entre pinos y la enorme panorámica de la comarca que se observa caminando por esta senda.
Morella vivió el pasado sábado la presentación del libro de la escritora Pilar Alonso, "Pilar Dolz. Elogi del gravat". Un acto emotivo, muy interesante, en el que conversaron la autora, la artista morellana y el director de la colección en la que se integra esta publicación, el escritor Martí Domínguez. El arte de Pilar Dolz es un canto a la tierra, con las raíces que permanecen arraigadas en el universo personal, una extensa carrera de grabados bellísimos, de señas de identidad y de cultura propia.

Blossoming Magnolia Tree. Foto: Fritz Berthold Neuhaus
Según las palabras de J. Gamundí, "el llibre de Pilar Alfonso és una obra teixida amb el fil del relat de vida, un gènere que aquí esdevé eina de reconstrucció i de reconeixement. No es tracta tan sols d'una biografia, sinó d'un relat de vida. No hi ha obra d'art sense una vida al darrere que l'interrogue. És un llibre que conversa amb la relació profunda entre vida, obra i mirada".
Morella, por otra parte, vivió ayer la presentación del último libro de la periodista y escritora morellana Conxa Rodríguez. "¡De armas tomar!". Mil desconocidas del siglo XIX en pie de guerra. Numeroso público se concentró en la sala de Justicia del Ayuntamiento para seguir este acto en el que se descubrió la participación de decenas de mujeres, y su liderazgo, en los diversos conflictos y acontecimientos del siglo XIX. Conxa Rodríguez ha visibilizado a centenares de mujeres, muchas anónimas, borradas de la historia. Ha recuperado sus nombres y sus acciones tanto en guerras como en la cultura, en el sindicalismo, en la sociedad. Ha puesto de relieve hazañas de reinas y princesas, damas de la nobleza que destacaron por su participación activa en el devenir de los principales hechos del siglo XIX. Y habla, sobre todo, de las invisibles, esas mujeres que lucharon por sus pueblos, por su gente. Este libro constituye un gran trabajo de documentación, una exhaustiva investigación entre archivos, hemerotecas y fuentes institucionales.
Mientras transcurre el mes de agosto, mis nietos disfrutan correteando por la Plaza Colón de Morella, asaltando la fuente y guiando a sus leones ornamentales hacia aventuras infinitas. Aimar, Biel y Quim juegan a crear charcos de agua para saltarlos, a trepar por el monumento, por esa fuente donde han jugado generaciones de morellanas y morellanos. Y el pequeño Guillem, a punto de dar sus primeros pasos, les mira entusiasmado, deseando incorporarse al juego. La algarabía de niñas y niños de la Plaza Colón es un buen presagio de la vida, de la alegría de vivir.

Black Furrows, 1973. Foto: Alexander Calder
Mi vecina Carmen sigue en Castelló, en casa, a la espera de desplazarse a la sierra de Madrid, a una casa familiar, para reunirse con todos sus hijos y nietos. Hablamos casi todos los días. El pasado viernes nos quedamos con el corazón helado, en shock, al saber sobre el intento de suicidio de nuestro estimado amigo José María Ángel. Su última responsabilidad ha sido ser Comisionado del Gobierno para la recuperación de la Dana. Dimitió, de todo, también de la presidencia del PSPV al saltar una noticia sobre una presunta irregularidad de su historia académica hace 45 años. José María ya está en casa, tras ser hospitalizado y temer por su vida, con su familia y con centenares de muestras de estima, de aliento, de apoyo.
Hace tiempo que venimos denunciando el acoso, humillaciones y violencia verbal de las redes sociales, de medios de comunicación sin ética ni vergüenza, de políticos inmorales, sucios. Hay personas que son sometidas a cacerías humanas insoportables. La vida no debe ser esto, tampoco la política.
Buena semana. Buena suerte.
No se olviden de Gaza, ni de Cisjordania.