CASTELLÓ. Las viviendas turísticas han irrumpido a gran velocidad y han transformado el mercado inmobiliario y vacacional en Castellón. Este fenómeno, junto a la elevada demanda y a la escasa oferta, explican el aumento del precio del alquiler que, incluso, este verano ha afectado a la ocupación de hoteles, casas rurales y campings.
Según una estadística de 2024 de la Agencia Tributaria, que recoge las características del alquiler por provincias según la declaración del IRPF, Castellón registró 42.148 viviendas arrendadas, de las cuales 8.241 no eran residencia habitual, es decir, se trataban de alquileres turísticos o de temporada. Estas últimas representan un 20% del total, lo que refleja el fuerte crecimiento de este modelo de arrendamiento.
El informe del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) situaba hace un año el precio medio mensual de un alquiler en Castellón en 435 euros, con una duración media del contrato de 341 días, lo que indica que la mayoría no alcanzaba los 12 meses. Dentro de los 8.241 arrendamientos no residenciales, se incluyen contratos de estudiantes, trabajadores temporales y turistas.
Por municipios, Castelló de la Plana concentraba 13.021 alquileres, de los cuales 1.121 eran de corta estancia o temporada (un 8% del total).
En conjunto, el informe de la Agencia Tributaria señala que el 44% del parque inmobiliario provincial (149.603 de 337.097 viviendas) corresponde a residencias habituales en propiedad, mientras que el 12,5% son arrendamientos. En Alicante este porcentaje es similar, y en Valencia asciende al 14%.
En términos económicos, los propietarios de viviendas en alquiler en Castellón registraron en 2024 un total de 213,2 millones de euros en ingresos y 107,6 millones en gastos, lo que dejó un rendimiento neto de 105 millones. El valor catastral medio de las viviendas arrendadas se situó en los 48.557 euros, aproximadamente un tercio del valor de una vivienda en propiedad (149.600 euros).
Crecimiento de precios
La evolución reciente del alquiler ha propiciado un repunte del precio. Según el portal inmobiliario Idealista, el coste del alquiler en la provincia aumentó un 7,9% en el último año, mientras que la compraventa de vivienda lo hizo en un 10,3%. El precio del arrendamiento alcanza ya los 8,6 euros/m², de manera que un piso de 60 metros cuadrados ronda los 516 euros mensuales.
Este incremento se enmarca en un auge de las operaciones de compraventa, en el que las viviendas turísticas tienen un papel central: los expertos calculan que alrededor del 40% de las compras corresponden a inversores que buscan destinarlas al alquiler vacacional por su alta rentabilidad.
Actualmente, los pisos de temporada se han extendido por toda la provincia. Aunque la mayor parte se concentra en los municipios más turísticos -como Peñíscola, Orpesa y Alcalà de Xivert-, también han llegado a localidades más pequeñas del interior.