CASTELLÓ. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la licitación de las obras para la mejora del último tramo de la carretera N-232 que falta, el que va desde Masía de la Torreta a Morella. Con ello, cada vez está más cerca la adecuación completa de esta infraestructura clave para la comunicación del norte de la provincia de Castellón, toda vez que hace casi un año se inauguró el tramo anexo, el del puerto de Querol, en el que el Gobierno invirtió más de 51 millones de euros. No en vano, esta carretera general ha sido tradicionalmente punto de llegada del turismo aragonés, vasco y del resto del norte de la Península al litoral castellonense.
Ahora, la autorización del Gobierno permite encarar unas obras para las que todavía falta la licitación oficial en la plataforma de contratación del Estado. A partir de entonces, las empresas podrán concurrir a unos trabajos presupuestados en 19,6 millones de euros (23,7 si se incluye el IVA), un coste que se ha elevado debido a la inflación, tal y como ya recogía el proyecto constructivo.
Con las expropiaciones ya en marcha y una vez completada la farragosa tramitación administrativa, que se ha prolongado prácticamente dos décadas debido a diferentes cambios ambientales y a otras circunstancias, los trabajos permitirán recortar los algo más de 5,3 kilómetros del tronco actual (desde el 54,900 hasta el 60,210) hasta dejarlos en 4,85. Con ello se eliminarán curvas y se mejorará en seguridad en un vial que tendrá una velocidad de circulación de 80 Km/h.
La mejora de este tramo Masía la Torreta-Morella Sur es una vieja reivindicación de la zona, que ve en la mejora de las conexiones viarias una vía para frenar la despoblación y mejorar la calidad de vida de los vecinos. El nuevo trazado elimina curvas y amplía la anchura de la carretera actual, que en algunos tramos no supera los 6 metros. Asimismo, prevé la construcción de un nuevo puente sobre el río Bergantes de 22,6 metros, de forma que el actual sirva de acceso a los caminos adyacentes.
Por la zona circulan diariamente cerca de 3.000 vehículos, de los que un 16% son camiones, remarca el Ministerio de Transportes. Aunque se aprovechará al máximo la traza existente "para minimizar la afección al entorno", en algunos puntos los cambios serán evidentes.
Se han proyectado, adicionalmente, 6,8 kilómetros de caminos de servicio para dar acceso a las propiedades colindantes. Igualmente, se han contemplado a lo largo de la traza accesos al tronco mediante carriles de cambio de velocidad en su zona inicial y central y una glorieta partida en su extremo final, lo que, unido a los tres pasos inferiores proyectados, facilitará la accesibilidad y el intercambio de movimientos entre los caminos de servicio situados a ambos márgenes de la carretera, indica el Ministerio en su comunicado.