CASTELLÓ. Los guiños de Ciudadanos al PSPV en el Ayuntamiento de Castelló tienen visos de consumarse en hechos si la voluntad de ambos por consensuar los presupuestos de 2021 se traduce en un acuerdo en las próximas semanas. Representantes del principal partido del Acord de Fadrell han convocado para este lunes, 21 de diciembre (13.00 horas), al portavoz de la formación liberal, Alejandro Marín-Buck, al objeto de conocer sus propuestas y valorar la posibilidad de incorporarlas al borrador que todavía no se ha cerrado con los otros dos socios del gobierno, Compromís y Podem-EUPV.
La convocatoria no coge por sorpresa a ninguna de las dos partes, ya que en realidad corona la cordial sintonía que vienen mostrando desde hace semanas, con gestos y buenas palabras tanto en encuentros privados como en actos públicos. Sir ir más lejos, en el pleno de este jueves resultó llamativo la complicidad de la alcaldesa, la socialista Amparo Marco, con el líder naranja cada vez que le daba paso para intervenir en el debate.
La pretensión de sentarse a negociar los números del próximo ejercicio busca incluso ir más allá, abriendo una mesa de diálogo que permita tender puentes de colaboración. Con ello, el PSPV persigue reforzar su imagen de partido dialogante con la oposición, además de asegurarse un nuevo aliado en la corporación. Para Cs, participar en la acción de gobierno supondría un espaldarazo de visibilidad y una consolidación de su giro hacia planteamientos más moderados con el propósito de alcanzar acuerdos útiles.
Por otro lado, tampoco hay que olvidar el contexto político en que se produce el acercamiento, con una mayor predisposición del partido liberal a la hora de pactar con los gobiernos de izquierdas en las instituciones, independientemente de su ámbito territorial. De hecho, esta misma semana Ciudadanos selló su coalición con el grupo socialista y Compromís en la Diputación de Castellón con vistas a aprobar los presupuestos, una foto que igualmente se puede repetir este lunes en el Consell entre el president, Ximo Puig, y el líder naranja en la Comunitat, Toni Cantó.
En el caso concreto del Ayuntamiento de la capital de la Plana, de esa instantánea de concordato entre Marco y Marín-Buck subyace una certeza parlamentaria: ambos grupos suman mayoría con 14 concejales (10+4) en una corporación de 27 ediles. En este sentido, el portavoz de Cs nunca ha escondido su aspiración de gobernar algún día en el consistorio, aunque ahora mismo no forma parte de su hoja de ruta. Del mismo modo, la adición de los regidores del Fadrell y Ciudadanos representa una preeminencia incontestable de 19 munícipes (a los 14 se añaden los tres de Compromís y dos de Podem) frente a los ocho del PP (siete) y Vox (uno).
El hecho de que el partido socialista traslade al liberal su intención de negociar las cuentas municipales evidencia que difícilmente el borrador estará cerrado antes de acabar el año. Cabe señalar que los miembros del tripartito se encuentran en la postrera fase del encaje de bolillos con el debate acerca de las inversiones tras convenir el capítulo sobre gastos corrientes.
Así, los dos socios minoritarios del Fadrell siguen a la espera de la citación oficial del PSPV para celebrar la enésima reunión. No obstante, habrá que ver cómo asimilan que las conversaciones dejen de ser a tres bandas para incorporar a un cuarto interlocutor. Al respecto, mientras la formación valencianista ha mejorado sus relaciones con Ciudadanos en los últimos tiempos, no ocurre lo mismo con la confluencia, que siempre ha reiterado a través de su portavoz, Fernando Navarro, posiciones enfrentadas ideológicamente hablando.