CASTELLÓ. La consulta pública impelida por el Ayuntamiento de Castelló sobre la ronda Oeste depara algunas sorpresas, que pueden afectar a la solución definitiva de la Conselleria de Infraestructuras con vistas a completar el anillo de circunvalación. Eso sí, siempre que las modificaciones resulten factibles técnica y económicamente, lo que ahora debe analizar el departamento que dirige la consellera Salomé Pradas.
Los castellonenses prefieren que en la conexión con la entrada Sur a la ciudad se construya un puente sobre la rotonda del Ministerio en lugar de adaptarla, como plantea el proyecto inicial. Un 72% de los encuestados considera que se trata de la mejor alternativa. Además, para sortear tanto esta glorieta como la que existe en la UJI, la denominada de La Silla, proponen como tercera hipótesis que que los vehículos puedan circular por debajo a través de túneles. Es por ello que piden que se realice un estudio sobre su viabilidad.
Las conclusiones del proceso de participación ciudadana recogen otras sugerencias, con un coste más asumible y que afecta a la calidad de vida de los vecinos. Entre las aportaciones, destacan la mejora de las vías de servicio que dan acceso a las viviendas, el incremento de las zonas verdes (con especies autóctonas) y la utilización de materiales fonoabsorbentes.
Otra cuestión en la que inciden los ciudadanos tiene que ver con el ruido que genera el tráfico a su paso por las zonas más pobladas por donde discurre el trayecto de la segunda fase de la ronda Oeste. Para minimizar la contaminación sonora, se sugiere la necesidad de colocar pantallas acústicas, jugando incluso con los niveles del terreno.
El informe subraya la baja participación en la consulta pública, a pesar de que el Ayuntamiento de Castelló amplió casi en un mes (20 días) el plazo para facilitar la concurrencia (debía finalizar el 2 de diciembre y acabó el 22). En este sentido, se pone en valor los esfuerzos de la entidad local para "divulgar" el proceso con el objetivo de conseguir el máximo alcance. Aunque la implicación "no ha sido la esperada, los participantes han aportado el punto de vista que requiere el estudio", se precisa.
En cuanto al impacto paisajístico producido por la actuación, el 39% de los sondeados considera que dicho impacto "será medio frente al 11%", que lo valora "muy alto. Asimismo, el 59% de los encuestados está de acuerdo en prolongar y concluir la ronda Oeste para que Castelló cierre el anillo de circunvalación.
Las obras, cuyo inicio se prevé para finales de año (en el mejor de los casos), contemplan la materialización de un amplio espacio ajardinado por la zona de la UJI y paralelo a la AP-7 y la implantación de un carril bici. La ejecución se estructura en cuatro fases (o nudos) en función del número de rotondas existentes en la actualidad.
Para que el vial mantenga su naturaleza de rápido, con dos carriles en cada sentido, el anteproyecto incluye al menos dos puentes para superar los distintos elementos naturales y artificiales. Uno se proyecta en la carretera de Borriol, por encima de la citada rotonda de La Silla, que actualmente pone fin a la ronda Oeste desde el Hospital General hasta la UJI. Otra se planea sobre el cauce del Riu Sec entre los puntos intermedios 2 y 3, cerca de la avenida l'Alcora.
De acuerdo con la consulta pública, existe la posibilidad de una tercer viaducto, que para los consultados supone la mejor solución. El paso superior se esboza en la glorieta del Ministerio para que se produzca la conexión con la entrada Sur de Castelló. Desde la UJI hasta este punto, la longitud del vial alcanza los 2,35 kilómetros, distancia que completa el vial perimetral de 14,80 km.