el volumen del monumento obligará a seguir un itinerario especial para realizar el transporte

La inesperada incógnita de la cruz de Ribalta: sin fecha para el molde que debe garantizar su traslado

4/08/2022 - 

CASTELLÓ. La fecha para la retirada de la cruz de Ribalta se ha convertido en una incógnita. La necesidad de fabricar un encofrado de madera ex profeso para proteger el monumento ha alterado los planes de ejecución de la adjudicataria, Solaris Purgaret. De hecho, fuentes municipales aseguran que no hay un día concreto para acometer el traslado del vestigio considerado como franquista, según el catálogo de restos de la Conselleria de Calidad Democrática. A pesar de que se insiste que ese momento se prevé para las próximas jornadas, lo cierto es que dependerá de la construcción del molde.

La operación de traslado del lábaro resulta especialmente compleja por su estado de conservación. La existencia de humedades, con la consiguiente oxidación de la armadura interna, incrementa el volumen del acero y eso se traduce en un mayor riesgo de desprendimiento y rotura del hormigón. Así lo advierten los técnicos municipales en su informe sobre el aspecto externo e interno de la estructura.

Por ese deterioro y las dimensiones (seis metros de envergadura), el alzamiento de la cruz con una grúa pluma requiere una protección especial. No solo para garantizar su integridad en esa fase, sino también durante el proceso de transporte hasta el nuevo emplazamiento en la explanada de la parroquia Santo Tomás de Villanueva.

Sin ir más lejos, el traslado obligará a seguir un itinerario especial por el centro de Castelló. La presencia de cables, luces y cualquier otro elemento en altura a lo largo del recorrido puede suponer un peligro para el monumento, tanto a consecuencia de un vuelco como por un desgarro. La empresa trabaja con el Ayuntamiento en el diseño de un trayecto seguro que permita depositar el lábaro en su futura ubicación sin sobresaltos.

La logística para proceder a la separación de la estructura también se intuye compleja en vista de que un camión debe acceder hasta la plataforma. Además de eliminar el seto próximo a la cruz, será necesario colocar distintos soportes. Aunque toda la fase de preparación llevará su tiempo, desde el equipo de gobierno se confía en completar la retirada y transporte del monumento en un solo día.

Polémica y dos bloques enfrentados

A tenor de lo sucedido este miércoles, con protestas a favor y en contra de la actuación, parece inevitable que la gresca caracterice la supresión del lábaro hasta su desaparición del parque. Solaris Purgaret tiene seis semanas de plazo para cumplir el contrato, que incluye la restitución del jardín que ocupó ese espacio en 1926. Una intervención presupuestada en 62.589,11 euros.

La cruz se colocó en Ribalta en 1944, tras la Guerra Civil, para rendir honor a los Caídos por Dios y por España. Según el comité de expertos de la Conselleria de Calidad Democrática, se trata de un vestigio de "exaltación del franquismo"por lo que la aplicación de la ley valenciana de memoria histórica de 2017 no admite discusión. Al menos, es lo que defienden el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló, compuesto por el PSPV, Compromís y Podem-EUPV, y la Generalitat Valenciana.

Por el contrario, la Fundación de Abogados Cristianos, Vox y PP consideran que la cruceta tiene un valor exclusivamente religioso. Además, se remiten al acuerdo de la corporación de 1979, en el que se decidió, con la mayoría del PSOE, PCPV y EIC (UCD se abstuvo y AP rechazó la propuesta), cambiar la leyenda y dedicar el monumento a las víctimas de la violencia. De ahí el choque ideológico entre la izquierda y la derecha, que ambos bloques escenificaron este miércoles en el teórico primer día de las obras.

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