CASTELLÓ. La posibilidad de que el primer presupuesto del bipartito en el Ayuntamiento de Castelló salga adelante gracias a un consenso con la oposición resulta una quimera. Algunas de las enmiendas que ultiman el PSPV y Compromís alejan el acuerdo por chocar ideológicamente con los posicionamientos del equipo de gobierno en materias consideradas como sensibles.
Ambos partidos, en la línea de su modelo de gestión hasta los comicios del 28M, abogan por recuperar partidas eliminadas en las nuevas cuentas del ejecutivo o por incrementar las consignaciones de aquellas que se han visto menguadas. En el caso de las primeras, tanto socialistas como valencianistas coinciden en la necesidad de rescatar el convenio y la cuantía económica asignados a la memoria democrática. Más allá de perseverar en la aplicación de la ley, la idea estriba en retomar las exhumaciones de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, que el PP y Vox paralizaron tras los resultados electorales.
La materialización de ese planteamiento a través de alegaciones vaticina que no habrá acuerdo entre el bipartito y la oposición para aprobar las cuentas municipales el 18 de enero, día en que se celebrará el pleno presupuestario. Bien es cierto que al bloque de la derecha y extrema derecha tampoco le hará falta el apoyo a tenor de su preeminencia parlamentaria, con 15 de los 27 concejales de la corporación.
Hasta este viernes (inclusive) los grupos municipales tienen de plazo para presentar alegaciones. La segunda comisión plenaria, prevista para el 12 de enero, definirá la estrategia de las dos facciones con vistas a la citada convocatoria extraordinaria. Al margen del evidente distanciamiento a propósito de los idearios, los precedentes plenarios aumentan esas sospechas de que el proyecto económico de 2024 saldrá adelante solo con el respaldo del equipo de gobierno.
Desde el inicio del curso político en septiembre, los rifirrafes entre los bloques han sido continuos. Y no solo desde el atril, con un reiterado intercambio de golpes dialécticos, sino también mediante acuerdos, que prácticamente han brillado por su ausencia.
Salvo en temas muy concretos y de interés para la ciudad (nuevo Hospital General, por ejemplo), en los que la aquiescencia resultaba una obligación, casi ninguna de las iniciativas presentadas por el PSPV y Compromís ha contado con el beneplácito del PP y Vox. Solo cuando el grupo refrendario ha aceptado una enmienda de adición, la entente ha limado las diferencias. Al menos, sobre el papel.
A pesar de solo llevar medio año en el ejecutivo, el bipartito aprobará el presupuesto más alto de la historia del Ayuntamiento con 214 millones de euros. Lo hará gracias una financiación récord de Madrid y Europa (ingresos por valor de 18,6 millones). Esa suma compensará la rebaja fiscal de 3,4 millones y permitirá llevar a cabo 75 inversiones valoradas en 22 millones. Por el procedimiento administrativo, el presupuesto de 2024 todavía tardará unas semanas en entrar en vigor (febrero). Hasta entonces, las obligaciones contraídas y los gastos corrientes se asumirán con las últimas cuentas del Acord de Fadrell, prorrogadas durante algo más de un mes.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara