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cajamar presenta el estudio 'la españa rural: retos y oportunidades de futuro'

Más servicios y nuevas tecnologías, claves para combatir la despoblación en el mundo rural

20/05/2022 - 

CASTELLÓ. Es una realidad que la brecha digital entre la España rural y la urbana se hizo más evidente durante la pandemia. Muchos de quienes vivían en zonas rurales no pudieron acceder a Internet cuando la pandemia pilló a todos por sorpresa. En efecto, dos de cada 10 habitantes no contaba con este servicio en 2020; mientras que el 88 por ciento de quienes vivían en ciudades y grandes municipios sí disponían de una conexión a Internet. Una diferencia abismal que, aunque ya urgía combatirse antes del confinamiento, se volvió más significativa con las restricciones de movilidad impuestas por la covid-19, cuando muchos trámites y gestiones solo podían hacerse por la red.

Combatir la escasez de servicios y nuevas tecnologías en el mundo rural es, en definitiva, un reto que no se puede postergar más. Así lo ha afirmado este jueves el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, con motivo de la presentación de la publicación ‘La España rural: retos y oportunidades de futuro’, editada por la misma entidad y coordinada por Eduardo Moyano, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Un estudio que recopila, a través de 23 artículos, las dificultades y retos que medio centenar de expertos han detectado sobre el mundo rural. 

"Hay que dotar a estos municipios de servicios de calidad que estén a la altura de las expectativas a la que aspiran sus habitantes, principalmente infraestructuras, colegios y centros sanitarios, tarea a la que deben dar respuesta las Administraciones Públicas. Pero, esto no será suficiente si no se asegura el crecimiento de la actividad económica. Un desarrollo que deben liderar las empresas y los personas y para lo que se precisa contar con recursos y medios a la altura de los nuevos tiempos, entre ellos, la tecnología 5G”, destacó el presidente de Cajamar, quien presentó, este jueves en Castelló, la publicación junto al profesor de la Universitat de València y coautor de la publicación, Javier Esparcia, y el director de la colección de estudios Mediterráneo Económico, Manuel Gutiérrez.

El teletrabajo se vuelve una oportunidad

En el acto, Eduardo Baamonde incidió en lo oportuno que es el momento actual para impulsar este cambio. Y es que si bien el inicio del confinamiento evidenció las limitaciones del mundo rural, también resaltó sus oportunidades. La covid-19 ha añadido un nuevo atractivo a estas zonas, cuya menor densidad de población y mayor disponibilidad de espacios verdes, las hacen más apetecibles como opciones de residencia y lugar desde el cual teletrabajar. 

Así mismo, una de las principales preocupaciones de la sociedad actual está en el cuidado del medio ambiente. Razón por la cual cada vez se está poniendo más en valor actividades que tradicionalmente se llevaban a cabo en los ámbitos rurales y cuyo desarrollo es más respetuoso con el entorno. 

En este sentido, Baamonde insistió en las oportunidades que tiene ante sí el medio rural y que sirven de estímulo para que los jóvenes deseen vivir en estos territorios y sustenten el imprescindible relevo generacional. “El sector agroalimentario necesita agregar valor, innovar y diferenciar productos y procesos para que la sociedad reconozca esta diferenciación y podamos tener un sector rentable y atractivo. Surgen también nuevas iniciativas como la bioeconomía, gracias a los avances de la tecnología, que nos van a permitir ofrecer nuevas finalidades, no necesariamente agroalimentarias, ligadas a la actividad del medio rural, así como la economía circular, que va a favorecer la implantación de nuevas empresas en estas zonas”, expuso el presidente de Cajamar. 

La España vacía no es la España abandonada

Pero, además de conocer las oportunidades, es importante -como recalcan los expertos- saber que no se puede hablar de un único territorio rural. Además de la España vaciada, también existe la España rural interior, que ha ido perdiendo peso demográfico y económico a lo largo del tiempo, y la España rural periférica, que en su caso no ha dejado de ganar, crecer y consolidar población. 

Igualmente, como apuntó el profesor Eduardo Moyano en Castelló, no se puede confundir la 'España vacía' con la 'abandonada'. "Hay municipios vacíos que están muy preparados y cuidados para que la gente pueda instalarse en periodos vacacionales o en fines de semana y para nada están abandonados". Esto provoca que las claves para combatir la despoblación se multipliquen, ya que ni siquiera una visión únicamente comarcal puede servir para ajustarse a cada caso.

En relación, Moyano quiso destacar las medidas encaminadas a hacer frente al reto demográfico que hay que abordar: “Una agenda efectiva de igualdad y cohesión territorial, que incorpore a los pequeños municipios en una recuperación sostenible, digital, inclusiva y con perspectiva de género”. Asimismo, abogó por la “necesaria coordinación entre el Estado, las autonomías, las diputaciones y los ayuntamientos” para desarrollar el ‘plan de 130 medidas frente al reto demográfico’, que aporta más de 4.200 iniciativas para impulsar la transición ecológica y digital, la plena conectividad territorial, el I+D, el turismo sostenible, la igualdad de derechos y oportunidades, el fomento del emprendimiento, el refuerzo de los servicios públicos e impulso de la descentralización, el bienestar social, la promoción de la cultura y las reformas normativas e institucionales.

Foto: Carme Ripollès 

Con todo, Javier Esparcia manifestó, por su parte, que para aprovechar las oportunidades que el nuevo escenario supone para las áreas rurales es necesario que estas "cuenten con iniciativas innovadoras que creen vínculos con los potenciales nuevos pobladores y consigan enraizar su actividad en el territorio". "En España hay iniciativas socialmente innovadoras en áreas rurales que contribuyen a mejorar la confianza y facilitan el desarrollo de los territorios, además de afrontar algunos de los retos actuales, como el cambio climático y la despoblación”.

Por último, el profesor de la UV señaló que para conseguir mejores equipamientos digitales e implementar nuevos proyectos socioeconómicos, hace falta una mayor conexión con las redes externas, superar inercias actuales como el clientelismo rural y la ineficiencia, y apostar por un renovado compromiso con la iniciativa local y las áreas rurales en general. “Solo aquellas comunidades más resilientes y con capacidad de reconfigurar sus redes, actitudes y formas de gobernanza, estarán en condiciones de llevar a cabo estas transformaciones tan necesarias”, concluyó Esparcia.


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