CASTELLÓ. El culebrón de la feria vive su enésimo episodio. El Ayuntamiento de Castelló admite la imposibilidad de arreglar a tiempo los desperfectos en las arquetas de luz del recinto del PAU Gumbau y propone a los feriantes contratar grupos electrógenos para garantizar las atracciones. El objetivo estriba en abrir el fin de semana del 30 y 31 de octubre (Todos los Santos), aunque el colectivo considera que la alternativa que plantea la concejalía de Actividades supone un desembolso económico un tanto excesivo.
Si bien no está cuantificado el gasto por el alquiler de los equipos, fuentes de la asociación aseguran que serán necesarios "entre 20 y 30, dependiendo del número de instalaciones". El coste de disponer de generadores eléctricos durante casi un mes (hasta el 28 de noviembre) superará con creces el presupuesto elaborado por los propios feriantes para reparar los daños en los cuadros de luz, esto es, unos 7.200 euros.
Sin embargo, al tratarse de una instalación municipal, corresponde al consistorio asumir esas mejoras. Al menos, así lo considera el negociado de Actividades, algo que no comparte Ingeniería. Esa disputa técnica entre los departamentos marcó la reunión mantenida este miércoles con responsables de la asociación al objeto de evaluar la situación actual y trazar una hoja de ruta. Al final, unos y otros llegaron a la conclusión de que solo una conexión eléctrica externa asegura el suministro a las atracciones.
Ahora, los feriantes deben presentar un proyecto detallado con la cantidad exacta de grupos electrógenos, ubicaciones y conexiones complementarias a fin de que obtener la autorización definitiva por parte del Ayuntamiento. La solicitud está presentada por registro desde hace semanas. No obstante, el equipo de gobierno alertó en septiembre sobre las dificultades del recinto de Ferias y Mercados debido al mal estado de los enganches. Un deterioro acentuado en los últimos años por la falta de mantenimiento de la anterior concesionaria, Refeyme.
Ante esta situación, el Ayuntamiento planteó en su momento la posibilidad de elegir otra ubicación, como el aparcamiento de Grapa, una opción que no convenció a la asociación por diferentes cuestiones. Entre ellas, las molestias a los residentes por los ruidos. En el pasado, esas quejas vecinales obligaron a buscar un nuevo espacio con la construcción de un emplazamiento más alejado de las zonas residenciales y con capacidad para albergar al mismo tiempo el Mercado del Lunes y la feria.
Al respecto, hasta principios de mes resultaba inviable esa compatibilización a consecuencia de las medidas covid. La denominada "normalidad mejorada" permitió al Consell eliminar las restricciones de aforo, pudiendo así recuperar el mercadillo su distribución original. Hasta que se decretó esa flexibilización, la disposición implicaba ocupar parte de la zona exterior del recinto del PAU Gumbau por la distancia social. Desde hace semanas los puestos vuelven a permanecer bajo la zona cubierta, dejando libre el resto del espacio.
Con todo, la idea de los feriantes pasa por montar alrededor de 70 atracciones, una cifra muy similar a la de 2019, la última vez que se desplazaron a Castelló. Con la irrupción de la pandemia en marzo de 2020, el Ayuntamiento ya no autorizó más permisos, siempre a instancias de la Conselleria de Sanidad, a pesar de las reiteradas solicitudes de los interesados.