Ser banquero fue mi ilusión desde niño. Quería contribuir al progreso de mi país. Pero este sueño quedó en nada, como tantos otros. Ahora, en mis ratos libres, lo soy a mi manera. Un banquero moderno y sostenible.
La banca sigue adelgazando. Cada vez hay menos oficinas adonde acudir para hacer gestiones en persona. Quieren que lo hagamos todo por internet para ahorrar en empleados y alquileres. Dicen que lo hacen por nuestro bien, que la banca digital es el futuro, que el trato será cada vez más personalizado… Pero no somos tan idiotas como suponen