CASTELLÓ. Para los politólogos el pleno de este jueves, 25 de julio, en el Ayuntamiento de Castelló tendrá una elevada carga semiótica. La votación y el posterior debate sobre las nuevas retribuciones de los concejales, con incrementos de hasta el 50%, irán más allá de las intervenciones. El trasfondo resultará esclarecedor respecto al juego político de unos y otros.
En este contexto, el Partido Popular sopesará hasta poco antes del inicio de la sesión ordinaria mantener la disciplina de voto en relación a lo acordado en la Junta de Portavoces o dejar solo al tripartito para defender las remuneraciones. La incógnita se resolverá en función de la estrategia dialéctica que adopten los líderes del PSPV-PSOE, Compromís y la confluencia Unides Podem-Castelló en Moviment-EUPV. De mantenerse el discurso del equipo de gobierno acerca de que la dedicación exclusiva de los portavoces se integra en el pacto de los aumentos salariales, los populares votarán en contra, como lo harán seguro los munícipes de Ciudadanos y Vox, o bien se abstendrán.
El principal partido de la oposición no está dispuesto a "ser cómplice" de las mejoras retributivas de los ediles como peaje por la asignación total de los portavoces. Fuentes del PP aseguran que ambas cuestiones son independientes y que la aceptación de la primera obedece a un acuerdo entre los integrantes del Acord de Fadrell, del que no tiene nada que ver la derecha.
El rechazo o abstención del Grupo Popular a los nuevos sueldos evidenciará que, en este asunto en concreto, no se producirá una armonía categórica entre los miembros del equipo de gobierno. Socialistas y nacionalistas, con 10 y tres regidores, respectivamente, ya dejaron claro días atrás que votarán a favor. Sin embargo, en la confluencia únicamente lo hará Fernando Navarro, absteniéndose su segunda representante, María Jesús Garrido, al discrepar sobre cómo se ha gestionado y resuelto la negociación para incrementar los salarios. Desde algunos sectores de Podem-CSeM-EUPV no se termina de entender que la primera decisión importante del tripartito esté relacionada con acrecentar los emolumentos de los munícipes.
En este escenario, el tripartito logrará aprobar las retribuciones por una mayoría de 14 concejales, uno por debajo de los miembros del Acord de Fadrell (15) frente a la abstención o negativa de 13, incluyendo a la edil de la confluencia. Todo dependerá de las posiciones finales de las partes implicadas durante el pleno.