CASTELLÓ. La reforma del Camí Caminàs de Castelló sigue sin fecha. El anuncio realizado por el president de la Generalitat, Ximo Puig, este martes, durante el Debate de Política General, genera todavía más dudas sobre la ejecución de una actuación que se presentó en 2018. El jefe del Ejecutivo valenciano se limitó a decir en su discurso que "a lo largo del próximo curso financiaremos la mejora" de la vía pecuaria, sin dar detalles respecto a los plazos de licitación.
De hecho, el Consell sigue trabajando en el reajuste del proyecto para acogerse a una convocatoria Next Generation y garantizar, así, una inyección importante de dinero a través de fondos europeos. A finales de noviembre de 2021, Puig asumió como propio el Caminàs, fruto de un cambio de cromos con la alcaldesa, Amparo Marco, que cedió a propósito de la ubicación de la Ciudad de la Música en el solar de Taxida.
Unos meses después, en febrero de 2022, el Ayuntamiento trasladó a la Generalitat el proyecto para buscar la financiación y comenzar cuanto antes la obra civil. Ya no hubo más noticias oficiales, hasta que este martes el president anunció que para 2023 se reactivará la actuación, pero sin decir cuándo ni cómo.
La transformación del Caminàs como cañada verde y cicloturista está pendiente desde 2018. Se trata de mejorar 6,94 kilómetros de la vereda, con un presupuesto de 4,2 millones de euros (entonces, cofinanciado al 50% con fondos europeos) y un plazo de ejecución de 10 meses. Además de la creación de un corredor medioambiental, la actuación pone en valor el entorno de las ermitas de San Jaime, San José, San Pedro-San Isidro y Lledó.
En 2019, ante la imposibilidad de cumplir los plazos, el Ayuntamiento de Castelló tuvo que redistribuir esos 4,2 millones de euros entre otros proyectos de perfil técnico similar. El problema surgió con la disputa con la Conselleria de Transición Ecológica en relación al pago de dos tasas por la ocupación temporal y la concesión demanial de la vía pecuaria (9.980 euros y 7.573,59 euros, respectivamente). El desacuerdo entre los técnicos de ambas administraciones se alargó hasta 2020, cuando el consistorio decidió abonar la cantidad.
Desbloqueado el conflicto, el proyecto se volvió a presentar a una convocatoria europea vía Ministerio. Todo hacía indicar que, concedidos los fondos en una primera ocasión, no habría problemas con la segunda petición. Más lejos de la realidad, en septiembre de 2021 trascendió la negativa de Transición Ecológica a incluir la reforma del Caminàs entre sus propuestas de financiación al no acreditarse la reducción de emisiones. En noviembre de ese año, el proyecto pasó al tejado de la Generalitat.