VILA-REAL. El Ayuntamiento de Vila-real toma oxígeno económico y supera otro empastre de la herencia urbanística del anterior gobierno del PP. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha estimado en parte un recurso del consistorio contra una sentencia que le instaba a pagar una indemnización de 4,3 millones a un propietario por las obras del parque Botànic Calduch. El TSJ revoca esta cantidad y la reduce a 829.411 euros.
Este fallo permite respirar a las cuentas municipales y facilita, además, la aprobación del presupuesto que ya ha sido acordado entre el PSPV y Compromís. De hecho, el alcalde, José Benlloch, ya anunció que se reservaba parte de los remanentes de 2023 al posible abono de los 4,3 millones si el recurso municipal no prosperaba.
Así, el TSJ atiende parcialmente el recurso de apelación presentado por el Ayuntamiento contra un fallo que inició su recorrido en las expropiaciones para la ejecución del parque Botànic Calduch en 2010. Una primera resolución de 2016 pidió que se reintegrara la finca al titular y, en 2023, una segunda emplazó al Gobierno local a pagar 4,3 millones como indemnización sustitutoria.
Ahora, el TSJ deja sin efecto estos 4,3 millones al estimar una parte de la apelación del consistorio, aunque este deberá calcular otra vez la indemnización que planteaba, que no deberá ser menor, según los juzgados, a los 829.411 euros, que es el importe que proponía el ejecutivo local en su recurso. Pero la cantidad definitiva, según fuentes municipales, no será muy diferente a los citados 829.411 euros.
Teniendo en cuenta la reserva de las remanentes, el Ayuntamiento está en condiciones de asumir esta cuantía sin tener que solicitar un préstamo. Incluso puede aumentar las partidas para inversiones y convenios que ha previsto en el proyecto de presupuesto.
El Gobierno municipal recibe con alivio la última sentencia tras verse obligado a afrontar en los últimos meses el pago de cerca de 1,6 millones en sentencias urbanísticas que se arrastran de la época del PP. Esta circunstancia fue una de las causas que impidió, según los munícipes de Vila-real, la aprobación del presupuesto de 2024 en tiempo y forma.
De esta manera, el ejecutivo tramita con más tranquilidad las cuentas de 2024. Su objetivo es activarlas en julio tras ser consensuadas con Compromís, lo que garantiza el voto afirmativo de la mayoría de la corporación municipal. Al mismo tiempo que ambas formaciones negocian un acuerdo de coalición que se podría ratificar en breve.