CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Onda está ultimando, por un lado, las obras de construcción del carril bici que unirá el apeadero de Betxí, en la CV-10, con el casco urbano y su prolongación hasta la CV-223, a las puertas del parque natural de la Serra Espadà. Por otro lado, también se está llevando a cabo la señalización y pintado de las ciclocalles de uso compartido entre bicicletas y vehículos a motor, con limitación a 30 kilómetros por hora y preferencia para las primeras.
Así, durante estas semanas la empresa concesionaria, la castellonense Becsa, está ejecutando los trabajos de pintura horizontal en la zona urbana, la instalación de los separadores de plástico y señalización vertical. Además, en la zona de la Avenida de l’Alcora se está procediendo a la demolición de parte de la rotonda que da acceso a la CV-21 y parte del pavimento de la acera de El Barco para instalar el nuevo carril bici, junto al peatonal, por lo que podrán producirse cortes puntuales de tráfico durante esta semana. Otro tramo en los que se está trabajando es en la zona del instituto IES Serra Espadà y Museo del Azulejo.
Tras estas actuaciones, que se suman a la construcción del tramo entre la ciudad y el apeadero de Betxí, Onda contará con longitud total de 17 kilómetros de tramos de carril bici interconectados. Elpresupuesto total del proyecto Carriles Bici Onda Movilidad Saludable asciende a 423.240 euros yestá cofinanciado al 50% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), en el marco del Programa Operativo Plurirregional de España.
Al respecto, el edil de ciudad Sostenible y Saludable, Paco Pastor, ha señalado que “con este carril verde avanzamos en nuestro compromiso de hacer de Onda una ciudad más saludable y sostenible. Somos paraíso ciclista y puerta de entrada a la Serra Espadà y con esta red de carriles bici vamos a mejorar la seguridad de los deportistas, la calidad de vida de los ondenses con opciones saludables y, a la vez, abrimos un abanico de oportunidades atraer turismo deportivo”.
El ciclocarril o ciclocalle es un carril de una calzada con varios carriles por sentido, limitado a 30 km/h y con preferencia ciclista. En este sistema compartido de movilidad, que ya está implantando en ciudades como Madrid , Zaragoza, Oviedo o Castellón, las bicis pueden y deben ir por el centro y los vehículos no pueden adelantarlas. El objetivo es fomentar una coexistencia más segura en la calzada de todos los vehículos. La diferencia con un carril bici convencional radica en que este discurre por una vía ciclista segregada del tráfico a motor y sólo puede ser utilizado por las bicis.