CASTELLÓ. Las obras de rehabilitación y ampliación del Auditorio de Almassora para convertirlo en un centro social juvenil concluirán en noviembre, según han señalado fuentes municipales a Castellón Plaza. Los trabajos, en manos de la empresa Construcciones Rafael Zarzoso por 611.806 euros, pretenden contribuir a revitalizar el barrio de Boqueras a través de la creación de un gran centro dedicado a mejorar la convivencia intercultural, entre otros objetivos sociales.
En el barrio de Boqueras está localizada una amplia comunidad de residentes de etnias gitana y magrebí, en su mayoría de escasos recursos económicos. Desterrar etiquetas y prejuicios sociales, aumentar los espacios de ocio para jóvenes, mejorar la integración de las diferentes etnias del barrio y fomentar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y entre los propios empleados municipales son los objetivos que persigue el Ayuntamiento con la remodelación del Auditorio.
El dinero de los Fondos Europeos Edusi está permitiendo rehabilitar la zona de vestuarios del Auditorio para reubicar los aseos y crear un acceso directo al escenario y a los camerinos. Además, la planta baja del edificio ha sido ampliada con un aulario anexo en el solar esquinero de 285 metros cuadrados. Se ha construido un ascensor y se han distribuido las nuevas dependencias alrededor de un patio interior.
El nuevo Auditorio resultante eleva su superficie a 585 metros cuadrados y mantiene el circuito de seguridad vial ya existente esa misma parcela municipal.
La inminente culminación de las obras de ampliación del Auditorio se suma a la reciente adecuación del Ateneu Jove ubicado en el número 9 de la calle santa Bárbara. En este caso, también con Fondos Europeos Edusi, la empresa Pacale 10 habilitó un aula de informática en la segunda planta del edificio con nuevos ordenadores dotados de acceso a Internet, instaló un ascensor, reformó el acceso de la planta baja y creó nuevos aseos, todo ello por 179.999 euros.
La culminación del proyecto no resultó fácil. El ejecutivo municipal de Almassora negoció el año pasado con la Generalitat la reversión de la propiedad del inmueble. El edificio, que era usado como Casal de la Joventut, presentaba graves deficiencias como su falta de accesibilidad, la escasez de aulas y la infrautilización del espacio existente. Para remodelar el inmueble con aulas polivalentes más amplias que permitieran ampliar los programas juveniles en materia de igualdad era preciso lograr primero la titularidad del edificio.
La alcaldesa de Almassora, Mercedes Galí, explica que mantener la actividad de Casal Jove en el antiguo Ateneu era “la única manera de adquirir el edificio” debido a que así lo reflejaba el convenio vigente con la Generalitat.