CASTELLÓ. Un "exceso de cal es lo que provocó la turbidez en el agua" que estos últimos días y desde el miércoles sufrieron los usuarios de Benicàssim y sobre todo de Oropesa del Mar y que provocó que sus respectivos ayuntamientos recomendaran no consumir agua del grifo. Esta es la explicación que da Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) al problema que se originó en la desaladora que gestiona en Cabanes y que atribuye a un "error humano".
Este se produjo, señalan las fuentes de Acuamed, cuando la planta desaladora reinició su actividad después de que el pasado martes cesase de desalar agua, aproximadamente a las 9 de la mañana "debido a la reparación del emisario marino". Mientras duraron los trabajos Acuamed continuó suministrando agua a ambos municipios con el líquido almacenado en los depósitos.
Una vez reparado el emisario, al reiniciar la actividad con el arranque de los bastidores, precisan las fuentes, fue cuando se produjo la situación anómala que derivó en los problemas de turbidez. "Durante el proceso de remineralización hubo un error humano, iniciándose la adición de cal antes de lo requerido. Este exceso de cal es lo que provocó la turbidez en el agua", indican desde la entidad pública dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Siempre según Acuamed, el martes por la noche se bombeó el mayor volumen de agua con exceso de cal a un depósito intermedio desde el que se hace llegar al de Oropesa, que fue la primera localidad en recibir este líquido más turbio de lo habitual. "El volumen bombeado a Benicàssim fue mucho menor", señalan las fuentes. Esto se debe a que la conducción desde la desaladora al depósito de Benicàssim "tiene aproximadamente 17 kilómetros, por lo que el agua con turbidez elevada llegó a Benicàssim aproximadamente 24 horas después de detectarse la turbidez en Oropesa", además de que fueron valores "menores que los registrados" en la primera localidad.
Tras detectar que el agua no cumplía los niveles de turbidez establecidos, "Sanidad decidió trasladar a los municipios (el miércoles a Oropesa y el jueves por la tarde a Benicàssim) que recomendaran no utilizaran el agua para consumo", indican desde Acuamed. Tras ello, en ambas localidades levantaron las restricciones a última hora del viernes una vez mejoró la calidad del agua. En todo este proceso "la desaladora no ha paralizado el suministro", concluyen las fuentes al respecto.