CASTELLÓ. El Gobierno ya tiene una estimación de lo que costará la segunda fase del acceso sur en tren al puerto de Castellón. Los Presupuestos Generales del Estado que la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha presentado este jueves ofrecen la primera idea de esta obra que completará la primera fase para llevar las vías desde la estación intermodal hasta la dársena sur de PortCastelló. En concreto, la inversión prevista es de 81,2 millones de euros.
Además, la línea presupuestaria apunta también cual puede ser el plazo de ejecución de la obra, de la que todavía no se conoce nada. A tenor de lo recogido en el proyecto de presupuestos, los trabajos deberían comenzar en el año 2025 y acabar en 2027. Pero, si se atiende a las inversiones anuales previstas, esto es más que complicado. De momento, el Ministerio de Transportes ha incluido 2,4 millones para el año 2025 y 6 para 2026. Con estas dotaciones es materialmente imposible concluir la obra en 2027.
Con todo ello, todavía deberán pasar varios años para que el puerto de Castellón vuelva a contar con conexión ferroviaria (la actual es inoperativa). Y lo más sangrante es que la primera fase, actualmente en proceso de adjudicación y por fin desbloqueada, deberá estar acabada en 2026, con lo que tendrá que esperar a que sea ejecutada la segunda, en teoría más corta y sencilla pero para la que todavía resta por validar el proyecto constructivo.
En cuanto a la primera fase, los PGE de 2023 aumentan la inversión prevista de 140 millones a 164,8. En cuanto a la materialización de los trabajos, además de no recoger los 15 millones previstos para este 2022 -ya que todavía no han podido ser adjudicadas las obras- reduce el montante del año próximo, que pasa de 27 a 12 millones. Con ello, el proyecto de Presupuestos deja el grueso de las obras para 2024 (63 millones) y 2025 (83 millones).
No es un buen síntoma para la materialización de una obra trascendental para el futuro del puerto y de su entorno, pero esta tiene garantizada la ejecución debido a que la mayor parte de los fondos llegan desde Europa.
Como cada año, el puerto aglutina buena parte de las inversiones territorializadas del Estado en Castellón. En esta ocasión, los Presupuestos recogen una novedad importante: los dos proyectos de futuro claves para la actividad estibadora, Octopus y Delphinidae, aparecen por primera vez en ellos. La Autoridad Portuaria cifra una inversión para el primero, que prevé ganar 420.000 m2 al mar en la dársena sur, de 87 millones de euros. En cuanto al segundo, esta se eleva a 31,6 millones.
Eso sí, en ninguno de los dos casos se prevé acometer trabajos a corto plazo. En lo que respecta a Delphinidae, en PortCastelló estiman ejecutar actuaciones por valor de 9,4 millones en 2026; mientras con Octopus la única previsión importante son 4 millones en 2024.
Otra de las novedades en lo que se refiere al puerto es la aportación para la compra y rehabilitación de la antigua Comandancia de Marina, para la que se calculan 4 millones. De este montante, 600.000 euros se destinará a la adquisición, según ha señalado el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafa Simó. El resto, pues, irá a parar a la reforma y adecuación.
Volviendo a las actuaciones en el ferrocarril, el Gobierno reitera, como sucede prácticamente cada octubre, los retrasos en diversas infraestructuras. Así, en cuanto a la nueva plataforma AVE entre Castelló y València, las cuentas estatales postergan un año, hasta 2027, su finalización. Pero aún así es más que complicado que se pueda cumplir este plazo: la dotación es prácticamente inexistente en los cuatro ejercicios que aparecen en el proyecto. Hasta 2026 Transportes tan solo se plantea aportar algo más de 11,5 millones de euros de los 550 en que estima el tramo castellonense, y parecido ocurre con el valenciano. Con ello, en realidad no hay plazo previsto para la materialización de la infraestructura.
Por su parte, en el tramo del Corredor Mediterráneo entre Castellón y Tarragona, tras quedar en 14 los 77 millones que hace un año preveía aportar en este 2022 (solo acomete por ahora el acopio de materiales), sí aumenta la dotación para 2023 y 2024, algo lógico tras la caída de este ejercicio. Eso sí, en 2025 todavía prevé aportar 45,5 millones de euros, cuando hace doce meses estimaba solo 4,5. Además, la finalización de esta obra la retrasa dos años, hasta 2027.
En el capítulo de novedades, el proyecto de PGE 2023 incluye los primeros proyectos concretos para extender la red de distribución de las desaladoras a los municipios de la Plana Alta y la Plana Baixa. Así, mientras el año pasado estos epígrafes aparecían recogidos bajo unas nomenclaturas genéricas (Infraestructuras de distribución de agua y ampliación de la red de distribución), este año se detallan cuatro partidas.
Se trata de las conexiones de la desaladora de Orpesa con el depósito de Torreblanca (11 millones) y con el de Pla de l'Arc (15,4 millones); así como la conexión de la planta de Moncofa con el depósito de Las Pedrizas (30,5 millones) y desde esta infraestructura del consorcio de la Plana Baixa con el depósito Aljibe de Castelló (7,7 millones). En todos los casos se prevé comenzar con la tramitación el próximo año para finalizar las obras en 2027. Habrá que ver cuándo comienzan a materializarse las inversiones.
En el capítulo de carreteras, el Ministerio de Transportes prevé acabar de pagar el tramo de la nueva N-232 en el Puerto de Querol, ya inaugurada, con 4 millones, pero solo incluye medio millón para el tramo que debe conectarla con Morella, algo totalmente insuficiente para ejecutar las obras. También se incluye otro medio millón para una vieja reivindicación: conectar la autovía de acceso al puerto, la CS-22, con la AP-7, pero esto solo daría para el proyecto de una actuación que es relevante.