CASTELLÓ. La supresión en Castellón del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) enfrentó este martes al PSPV y Compromís en el pleno de la Diputación Provincial. La formación valencianista, a través de su portavoz, Ignasi Garcia, afeó al grupo socialista su abstención para vetar una declaración institucional, que sí encontró el apoyo de la oposición. Sin embargo, al no contar con el respaldo de los cuatro partidos políticos (requisito indispensable), la iniciativa murió en la orilla. Por el contrario, las mociones defendidas por el PP y Ciudadanos, exigiendo la derogación del decreto que plantea centralizar el servicio, salieron adelante gracias al amparo del socio minoritario del gobierno.
Garcia se mostró especialmente crítico con la postura del PSPV, que repitió estrategia de voto con las propuestas populares y naranjas. "Tenían la oportunidad de posicionarse sobre este tema y no lo ha hecho", reprochó a la diputada socialista, Xaro Miralles. "Este debate nos lo habríamos ahorrado si se hubiese aprobado nuestra declaración, que está trabajada con los empleados y cuenta con el consenso de los sindicatos. No tiene demasiado sentido descentralizar las direcciones generales, con Innovación en Correos o despoblamiento en la Casa del Caragols, y al mismo tiempo llevarnos los funcionarios a València", sostuvo.
Miralles aseguró que el nuevo modelo que abandera Sanidad en relación al CICU pretende "optimizar recursos" y mejorar "la eficiencia y racionalización" a partir de una reorganización asistencial. Un argumento que no convenció al parlamentario valencianista. Al contrario. En su primera intervención, achacó la abstención del grupo socialista a que "no puede haber una oposición a Sanidad" pero, de igual forma, "hay conciencia de que no es positivo que esta institución tenga algún voto en contra a una propuesta que pide defender nuestro territorio".
En la réplica, Garcia se mostró "escandalizado" ante el razonamiento de la socialista por emplear "el mismo argumento que el PP utilizaba mientras privatizaba la Sanidad y la desmantelaba". Esas palabras no gustaron a Miralles. "Vigile lo que dice. Además de no ser verdad, es grave", le advirtió.
En el fuego cruzado, los representantes naranjas y populares, Cristina Fernández y Nieves Martínez, respectivamente, consideraron que la decisión de la Conselleria de centralizar el CICU significa aplicar "recortes sanitarios, porque además así lo dicen los profesionales y sindicatos", coincidieron.
El acalorado debate rompió el consenso que imperó en la sesión plenaria para aprobar por unanimidad dos mociones y cuatro declaraciones institucionales. Las dos primeras, impulsadas por el PP pero enriquecidas con enmiendas transaccionales, reivindicaron las mejoras en los Cercanías y la necesidad de abrir un proceso de diálogo respecto al pago de peajes en la AP-7, CV-10 y A-23. En el turno de ruegos y preguntas, el PP solicitó que se paralice un convenio entre la Diputación y la Fundació de Pilota Valenciana, que preside el exresponsable de Finanzas del PSPV-PSOE, Pepe Cataluña, mientras este continúe investigado en la Operación Azud.