Limpiezas Raspeig vuelve a las andadas y no paga a las limpiadoras de varios institutos de Castellón

CASTELLÓ. La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT-PV Castellón ha hecho pública la situación de las trabajadoras de limpieza del Lote nº3 de la Conselleria de Educación en Castellón, que prestaron sus servicios hasta junio de 2019 para la empresa Limpiezas Raspeig, adjudicataria del servicio, por la situación de indefensión de estas trabajadoras respecto a la percepción de sus salarios. 

Según ha informado el sindicato, las trabajadoras fijas no han cobrado la nómina de junio, julio y agosto de 2019, mientras las que no tenían el contrato indenifido no han percibido ni la nómina de junio ni el finiquito al finalizar el curso. Asimismo, las trabajadoras eventuales que sustituían bajas en el mes de junio fueron dadas de baja en la Seguridad Social el viernes 28 de junio, en vez de completar el mes.

Esta situación de retrasos en los pagos de las nóminas ya dio lugar a una convocatoria de huelga en febrero y marzo de este año, por la que tuvieron en la nómina del mes de abril un descuento injustificado de entre 200 y 300 euros por persona, además de que en las nóminas correspondientes al periodo en que las trabajadoras se pusieron en huelga se observa una reducción indebida de las cantidades percibidas. 

Un año hasta el juicio 

Las trabajadoras suspendieron la huelga con el compromiso de que esta situación no se repetiría, pero Limpiezas Raspeig ha incumplido esto al finalizar el curso a pesar de la buena fe del colectivo de limpiadoras. Las trabajadoras, mediante el gabinete jurídico de UGT, han denunciado el impago en la Administración de Justicia, y se les ha fijado el juicio para diciembre de 2020, lo que implica una espera superior a un año para recibir su salario por un trabajo que realizaron hace ya medio año para una empresa que prestaba servicio para la Administración. Además, desde el sindicato resaltan que se trata de salarios bajos (prácticamente el SMI) y las empleadas necesitan disponer de su sueldo para hacer frente a los pagos en sus hogares, con la consiguiente indefensión que se les provoca.