CASTELLÓ. El Acord de Fadrell va recuperando poco a poco la normalidad. Tras un mes convulso, con la peor crisis del gobierno progresista desde que está instalado en el Ayuntamiento de Castelló (2015), las aguas vuelven a su cauce. Desbloqueado el 'desacord' en la reunión de urgencia del 11 de enero, los tres partidos trabajan casi contra reloj para tratar de escenificar el blindaje de la alianza esta misma semana.
Prueba de ello, es que Compromís reunió este lunes a su Ejecutiva y Podem-EUPV celebrará este martes un Consell de Coordinación. Además, la Agrupación local del PSPV, aprovechando su Ejecutiva ordinaria del mes, también trasladará e informará a los miembros del órgano de dirección el acuerdo de mínimos alcanzado para obtener una aquiescencia que permita abordar con las máximas garantías la siguiente comisión de seguimiento del Fadrell.
Esa cuarta reunión, en teoría, debería ser la definitiva. La que cierre la herida abierta el 19 de diciembre de 2019, cuando la coalición nacionalista rompió la disciplina de sus socios y se alineó con la derecha y extrema derecha a propósito de las fiestas.
La restitución del orden en el seno del tripartito, en opinión de la alcaldesa, Amparo Marco, tendrá efectos positivos. Más allá de desterrar los recelos y la desconfianza, "mejorará la coordinación entre los tres partidos y los 15 concejales", asegura.
Incluso, la munícipe da un paso más y augura que "saldremos reforzados [el Fadrell] de esta crisis. Estoy segura de que la comisión va a cerrar las discrepancias lo antes posible y que saldremos el equipo de gobierno y, por ende, la ciudad reforzados", reitera.
Marco, que públicamente siempre ha rebajado el nivel de tensión con un discurso conciliador, sostiene que "las crisis son oportunidades y esta tiene que ser una crisis para aprender a mejorar la coordinación".
La fumata blanca entre las tres formaciones que integran el Fadrell se sellará con nuevos roles internos y una mayor armonización, activando instrumentos de organización. Podem-EUPV, que también ha perseverado desde el primer momento sobre lo imperativo de afrontar el 'desacord' con alturas de miras, asumirá un papel relevante. Canalizar futuras divergencias para evitar otra crisis será una empresa que requerirá de energía y buena dosis de destreza.