CASTELLÓ. La gratuidad de la AP-7 a partir del próximo 1 de enero reducirá a la mitad el tráfico de vehículos por la N-340 en el norte de la provincia de Castellón. Así al menos lo prevé el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Alcalà de Xivert, que tramita el Ayuntamiento para dar respuesta al intenso flujo de coches en verano, cuando la localidad multiplica su población por diez.
El documento revela que, a su paso por Alcalà, la N-340 soporta un tráfico medio diario de 15.201 vehículos, de ellos un 34,4% camiones. Este informe apunta que con la liberalización de la autopista se registrará un trasvase que reducirá el paso de vehículos por la N-340 a unos 8.000 diarios, de los que menos de 500 serán pesados. Será un tráfico "generado por los desplazamientos del propio municipio y las relaciones con los municipios colindantes", según explican los redactores del Plan de Movilidad.
Para lanzar esta perspectiva, los técnicos se apoyan en la evolución del tráfico en Vinaròs donde, tras la inauguración de la variante en el año 2016, el flujo rodado por la N-340 disminuyó de 17.720 a 10.191 vehículos. Asimismo, esta tendencia bajista se ha repetido en todos los municipios del norte de Castellón que han estrenado variantes, como por ejemplo en Torreblanca cuando se abrieron la CV-10 y la CV-13, hace ahora casi una década.
En clave estrictamente local, el nuevo Plan de Movilidad de Alcalà –sometido a información pública como paso previo a su aprobación— propone un amplio catálogo de medidas a ejecutar con el año 2027 como horizonte. Las más ambiciosas son la remodelación de 14 calles en Alcalà y otras 32 en Alcossebre para favorecer la circulación de peatones y ciclistas frente a los coches.
También aboga por convertir la avenida Castellón en el principal eje viario de Alcalà mediante su ampliación y la creación de dos rotondas, a cambio de restringir la circulación en la carretera Las Fuentes.
El documento apuesta también por la creación de una ruta ciclopeatonal por la costa de Alcossebre que parta del término municipal de Torreblanca hasta el Camí de Ribamar, así como un nuevo servicio de préstamo de bicicletas con 8 bases que facilite la conexión ciclista entre la estación de tren, la Serra d’Irta y las playas de Alcossebre.
La remodelación del autobús urbano municipal es otro aspecto sobre el que incide el Plan de Movilidad. El servicio cuenta actualmente con 11.341 usuarios anuales, de los que 6.294 lo utilizan solo durante los meses de julio y agosto. Los redactores del documento proponen variar el trazado y los horarios del autobús para poner coto a su "infrautilización" y que llegue a la urbanización Marcolina, en Alcossebre.
Por último, el nuevo Plan de Movilidad apuesta por la progresiva implantación del vehículo eléctrico mediante la instalación de los primeros 9 puntos de recarga el próximo año 2020.