Bestioles i animalots: un nuevo concepto de juguetería sostenible en pleno centro de Castelló

CASTELLÓ. Al entrar en una juguetería muchos no podemos evitar pensar en la mítica escena de Big con Tom Hanks saltando sobre el piano gigante, y es que tradicionalmente las tiendas de juguetes suelen ser 'templos del consumismo' para los más peques, repletas de artilugios de colores, que tienen sonidos, canciones, luces y que consiguen que hasta los mayores de la casa quieran 'hacerse con todos'. 

Sin embargo, en el centro de Castelló Bestioles i animalots llega de la mano de Macarena Rubio para ofrecer una visión distinta de lo que puede ser una tienda de juguetes basada en los principios de sostenibilidad y enfocada a promover las pedagogias educativas libres y activas que se basan en la experimentación autónoma de los menores.

Macarena Rubio siempre ha estado "rodeada de arte", estudió Bellas Artes y se formó en educación artística, cursó el ciclo de artista fallero y reconoce que tras quedarse embarazada comenzó a interesarse por las pedagogías de educación alternativas como el método Pikler o Montessori, del que es asesora.

"Cuando estaba embarazada empecé a hacer sonajeros y juguetes de ganchillo y vi que a mi hijo le encantaba, me dí cuenta que una juguetería sería la manera perfecta de focalizar todo lo que me interesaba y por lo que me había estado formando", cuenta Macarena. Desde un principio tuvo claro que, "quería montar una tienda de juguetes artesanos donde se empleasen materiales naturales como la tela, la madera, el algodón o el cartón. Es muy importante porque se transmiten unos valores a los niños de ecología, sostenibilidad y además fomentas estímulos sin necesidad de juguetes que vibren, que suenen, que hagan luces..." explica Macarena Rubio.

Bestioles i animalots pretende ser más que una tienda, ya que su creadora busca convertirla en un "espacio familiar, donde los padres y madres se puedan sentir asesorados, a través de charlas con expertos y talleres".

Más allá de su idea de negocio, Rubio cuenta que en su caso las principales dificultades de emprender un negocio físico fueron los elevados precios del alquiler de locales en el centro de Castelló. "Hay muchos gastos que al principio no piensas, la cuota de autónomo, el gestor, la luz, agua, el datáfono... vas sumando y te das cuenta de lo que verdaderamente cuesta montar un negocio". 

Macarena Rubio explica que la plataforma municipal de asesoramiento a emprendedores Castelló Crea, le sirvió de ayuda para dar el primer salto hacia el emprendimiento, "te ayudan a la viabilidad de tu negocio y te dan opciones para conseguir un microcrédito".

"Otra dificultad de emprender es que siempre tienes la incertidumbre de cómo va a reaccionar la gente, si tu idea va a tener buena acogida". Sin embargo Macarena Rubio reconoce que el contexto actual de sensibilización por el cuidado del medio ambiente es propicio para su negocio, "porque estamos en un momento donde se está fomentando mucho el reciclaje, la ecología, la sostenibilidad, unos valores que pese a estar de moda, no deberían nunca dejar de estar presentes".