CASTELLÓ. Castelló, Alicante, Almería y A Coruña son la ciudades españolas con más libertad económica según un estudio de la Fundación para el Avance de la Libertad. El informe calcula el índice de libertad económica a partir de cuatro grandes áreas: desempeño económico del municipio, magnitud de su plantilla, intervencionismo económico y presión fiscal. En total, incorpora diecisiete indicadores para las 50 ciudades más pobladas de España.
Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, las cuatro ciudades españolas más pobladas, 'suspenden' en materia de libertad económica, que las sitúa en la franja de 'libertad económica insuficiente' junto a otras trece ciudades españolas.
De acuerdo con los indicadores analizados, casi todas las ciudades españolas presentan un "discreto desempeño" en materia de libertad económica. Ninguna se sitúa en las franjas más altas ('libertad económica plena' y 'libertad económica satisfactoria') y sólo tres (Alicante, Almería y Castelló) se etiquetan en la franja de 'libertad económica moderada'.
La ciudad de Alicante, que fue segunda en el informe del año pasado, lidera esta vez el ránking español tras registrar Almería un cierto retroceso, según se explica en el informe.
El cuarto lugar es para A Coruña, pero ya en la siguiente franja, la de 'libertad económica aceptable', donde figuran además otras 27 ciudades españolas.
Las ciudades españolas con menor puntuación y, por tanto, con menor libertad económica son Alcorcón y Granada, ubicadas en la franja de 'libertad económica insuficiente', y Tarragona y Marbella, que se sitúan aún más abajo, dentro de la categoría 'libertad económica deficiente'.
Ninguna ciudad española de las 50 analizadas se etiqueta en las franjas más bajas de la clasificación ('libertad económica muy deficiente' y 'libertad económica inexistente'). La mayor mejora desde 2018 la experimenta Zaragoza, mientras que el mayor retroceso de este indicador lo protagoniza Madrid.
El estudio, que se basa exclusivamente en datos publicados por los propios ayuntamientos, la Administración central u otras fuentes reconocidas, pone de manifiesto que para mejorar su grado de libertad económica, las ciudades analizadas deben reducir los altos niveles de endeudamiento municipal, contener el gasto público y la contratación, y reducir, en la medida de su capacidad normativa, la tributación local.
Asimismo, se insta a los ayuntamientos a desmunicipalizar y concesionar los principales servicios para que los presten empresas profesionales, introduciendo en la medida de lo posible elementos de competencia o al menos de comparabilidad entre proveedores externalizados.
Otro factor relevante para la libertad económica de las ciudades, resalta el estudio, es el de evitar políticas municipales que perjudiquen al emprendimiento, y en especial el derivado de las nuevas posibilidades que ofrece la economía colaborativa, donde se incluyen plataformas como Uber, Blablacar, Airbnb, Homeaway o Vibbo.
Asimismo, y al igual que en la edición anterior, el informe observa una correlación "escasa" entre el color político de los ayuntamientos y su desempeño en el índice, y una mayor relación con el tamaño, obteniendo en general mejor nota las ciudades medianas que las grandes.
