VALÈNCIA. El resultado de la reunión que tuvo este lunes el president de la Generalitat, Ximo Puig, con la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, para lograr aliviar las arcas de la Generalitat Valenciana no ha contentado en absoluto a Compromís. O al menos, a parte de la coalición valencianista.
El síndic de Compromís en Les Corts, Fran Ferri, calificó este martes en la rueda de prensa tras la Junta de Síndics de "decepcionante" el encuentro bilateral entre ambos dirigentes al considerar que tanto la actitud del Gobierno central, como las conclusiones extraídas de la cita no cambiaban en nada respecto a cuando Puig se reunía con el exministro de Hacienda del PP, Cristóbal Montoro.
Tras expresar el descontento de la coalición por que el Ejecutivo de Sánchez haya utilizado un "mecanismo perverso" -el Fondo de Liquidez Autonómico- en lugar de ofrecer una "solución diferenciada" por la particularidad que tiene la Comunitat de infrafinanciación, Ferri deslizó que hay territorios como Galicia que no van a hacer el plan de ajuste que reclama el Gobierno central a las autonomías. Una condición que, tal y como marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria, es sine qua non para recibir el FLA.
Un escenario que, según advirtió el propio portavoz, Compromís estaría barajando imitar en el Consell. "Son posiciones que se han ido manifestando a lo largo de de estas semanas por miembros del Ejecutivo. No he podido hablar aún para ver qué vamos a hacer en esta cuestión, pero la línea debería ir por ahí; es lo que hemos mantenido estas semanas y no entendería por qué debería cambiar", expresó Ferri tras ser preguntado sobre si la coalición que él lidera en Les Corts se planteaba no presentar el Plan Económico Financiero (PEF) que reclama Hacienda. Un informe que debería reflejar en torno a 440 millones de euros de recortes en los Presupuestos del Botànic.
La ofensiva no sentó bien al PSPV. De hecho, el portavoz de los socialistas en el Parlamento, Manolo Mata, alertó que si la Comunitat Valenciana no presenta el PEF, no llegará el extraFLA de 250 millones de euros que este lunes prometió Montero antes del 9 d'Octubre, ya que es una condición previa como establece la normativa actual. Fondos de los que, subrayó Mata, "dependen los pagos a proveedores".
Por otra parte, el síndic del PSPV restó entidad al hecho de que el Consell del Botànic II deba realizar recortes de 440 millones en las cuentas autonómicas si se tenía en cuenta que "1.300 millones del Presupuesto del Gobierno valenciano son ficticios". Serán recortes "mínimos que se podrán hacer con gastos no comprometidos y con trabas en algunas inversiones", puntualizó.
En cualquier caso, cabe apuntar que el PSPV, a los mandos de la cartera de Hacienda en el Consell, ya presentó el PEF del año pasado sin contar con Compromís. Una circunstancia que podría volver a producirse, si bien todos coinciden en que no sería la manera ideal de arrancar la nueva legislatura del Botànic II.
La posición de Ferri, no obstante, no parece coincidir con la de la líder de Compromís en el Consell. La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, calificó de "rayo de luz" el compromiso del adelanto del extraFLA de 250 millones de euros. Un préstamo que, para obtenerlo, el Consell debería remitir previamente el PEF al ministerio de Hacienda, por lo que se deduce que Compromís sí aprobará el citado informe dentro del Consell.
El enfado de Compromís viene motivado por las altas expectativas que los valencianistas tenían puestas en el encuentro de Puig con Montero a cuenta de la situación actual de las arcas de la Generalitat. Una cita a la que el número 1 del Ejecutivo valenciano acudía con una hoja de exigencias abultada de la que obtuvo pocos compromisos.
La primera, los 450 millones de euros correspondientes a la actualización de las entregas a cuenta de 2019, un dinero que llegará en este último trimestre de este año tal y como ya había anunciado Montero semanas atrás. Pero tampoco hubo novedad sobre las entregas a cuenta ni la mensualidad del IVA de diciembre de 2017 que el Gobierno central adeuda a la Comunitat, cifrada en 280 millones de euros, asunto sobre el que Compromís había hecho hincapié pero sobre el que Puig no hizo mención en su comparecencia posterior a la reunión del lunes.