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Desayuno organizado por Castellón Plaza y Redit

Financiación pública y apoyo a la I+D+i, claves para la competitividad y el desarrollo de las empresas

21/07/2021 - 

CASTELLÓ. El impulso a las empresas y la apuesta por la I+D+i resultan imprescindibles para el crecimiento y la competitividad del tejido empresarial, ya no solo de las grandes compañías sino sobre todo de las pequeñas y medianas empresas. Los institutos tecnológicos tienen este cometido y trabajan como motor esencial de las compañías para impulsar sus conocimientos y acompañarlas en el camino hacia la innovación y la competitividad. Sin embargo, esta tarea se comparte con una pieza fundamental para el crecimiento de las mismas: las administraciones públicas. Éstas suponen un respaldo necesario para las compañías, sobre todo en momentos de crisis, cambios e incertidumbre como los que vivimos, provocados por la pandemia.

De hecho, en 2020, el 57% de los ingresos de los institutos tecnológicos procedieron directamente de la actividad que desarrollan con las empresas y el 43% restante de fondos públicos -el 33% de ellos autonómicos, fundamentalmente del Institut Valencià de Competitivitat Empresarial (IVACE)-. Estos ingresos permiten a las empresas realizar numerosos proyectos de I+D+i, en concreto el año pasado fueron cerca de 1.000. "La apuesta y el compromiso de IVACE con la I+D+i no ha parado de crecer en los últimos años. En el caso de los institutos tecnológicos, en el último ejercicio supusieron 50 millones que sirvieron para la realización de proyectos, la implantación y mejora de los laboratorios, centros piloto, observatorios, demostradores… En el caso de las empresas les permite acometer con mayores garantías de éxito los complejos proyectos de I+D+i", destaca Gonzalo Belenguer, director de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit).

De esta manera lo puso de manifiesto en el desayuno organizado por Castellón Plaza y Redit en la Cámara de Comercio de Castellón, en el que se hizo especial hincapié en lo importantes que son los fondos públicos y el apoyo de las administraciones para el desarrollo de la I+D+i de las empresas. A la cita asistieron, además de Belenguer, Jordi Sebastià -de forma telemática-, director de Relaciones Externas del IVACE; Vicente Nomdedeu, Vicepresidente I de AICE; Gustavo Mallol, director de ITC-AICE; Vicente Blanes, director de AITEX; David Fernández-Valladares, director general de Realonda; Ximo Piquer, gerente de Neos Additives y José Matas, CEO de Fustecma.

El director de Redit, Gonzalo Belenguer, fue el encargado de iniciar el debate con su intervención, en la que destacó la importancia de vivir en una sociedad innovadora que propicie no solo el desarrollo del tejido empresarial, sino el crecimiento de todos los agentes que la conforman. "La clave para conseguir esto es la estabilidad y desde el Consell se está trabajando para ello", afirmó. Del mismo modo y con la anterior crisis como contexto, el director de Redit se basó en un estudio realizado por AICE/ITC para explicar que las sociedades que apostaron por la innovación redujeron su tiempo en salir de la crisis, poniendo de ejemplo a países como Alemania. "Se ha de trabajar estratégicamente para formar un ecosistema de innovación. Sabemos que los retos son infinitos, pero los agentes que estamos aquí nos conocemos, colaboramos y trabajamos juntos para afrontarlos", subrayó.

Asimismo, Belenguer destacó el impacto que tiene la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana en beneficio de todo el territorio, no solo de las empresas. "Somos grandes captadores de fondos públicos para el territorio valenciano, fondos destinados a I+D+i, a empresas, a centros tecnológicos... y nuestro objetivo debe ser competir al máximo nivel, como se hace en Europa. En esta labor de captación de fondos públicos, nacionales y europeos, de 98 millones de euros, 20 han ido a los centros tecnológicos y el resto se ha canalizado en las empresas", afirmó Gonzalo Belenguer.

Autonomía para las empresas 

Uno de los puntos que se pusieron sobre la mesa fue la importancia de la innovación, no solo a corto plazo, sino con la vista puesta en el futuro. Pero para innovar es necesario contar con los medios y el apoyo suficiente, y ahí entra en juego el papel de la Administración. Tanto los empresarios como los representantes de los centros tecnológicos presentes en la cita coincidieron en la necesidad de que el Consell no deje de lado al tejido empresarial. "Gracias a este apoyo de IVACE cada vez son más las pymes que se lanzan a la innovación y que, por tanto, son más competitivas", destacó el director de Redit.

Por su parte, el director de Relaciones Externas del IVACE, Jordi Sebastià, explicó que se está apostando básicamente por tres pilares: sostenibilidad, un impacto social positivo que mejore la calidad de vida de las personas y al que contribuyan las empresas y la calidad. La innovación debe quedar al margen de debates partidistas porque la innovación no podemos jugar con ella: todos tenemos que apoyarla".

La infrafinanciación que sufre el territorio valenciano fue otro de los temas tratados en el encuentro. Las pequeñas y medianas empresas valencianas compiten con otras que gozan de tratamientos fiscales diferentes, como pueden ser las de Euskadi, Catalunya o Madrid. Respecto a esto, Sebastià puso en valor el esfuerzo de las pymes de la Comunitat Valenciana que, pese a lidiar con esta problemática, están consiguiendo grandes resultados. Del mismo modo, Jordi Sebastià recalcó el papel de acompañamiento que ejerce el IVACE con las empresas, destacando la importancia de darles autonomía y de dejarlas decidir por sí mismas. "Tenemos que apoyar y dialogar con ellas pero no podemos marcarles el camino, hay que saber entender la autonomía de los elementos de innovación", insistió.

La mirada puesta en el futuro 

Los centros tecnológicos y los representantes de las empresas que estuvieron presentes en el desayuno quisieron desgranar algunos de los proyectos que han llevado a cabo junto al IVACE, resaltando la importancia de la colaboración público-privada y coincidiendo todos ellos en la necesidad de mirar hacia el futuro. Un futuro que, por ende, debe ser próspero y sostenible y en el que los institutos tecnológicos ya trabajan, anticipándose a las necesidades que pueda llegar a tener el tejido empresarial en los próximos años.

Aquí entra en juego el papel fundamental de los observatorios. El vicepresidente I de AICE, Vicente Nomdedeu, destacó los tres que tiene en marcha AICE: Observatorio Tecnológico, Observatorio de Mercado y el Observatorio de Tendencias del Hábitat. En estos se utilizan técnicas de investigación de mercado, vigilancia tecnológica y coolhunting para conformar un completo sistema de inteligencia competitiva al servicio del sector cerámico.

La economía circular y la sostenibilidad fueron también protagonistas en el encuentro. La mesa coincidió en el hecho de que el futuro debe ser sostenible y, respecto a esto, el director de AICE Gustavo Mallol destacó la iniciativa “estrella” del instituto que dirige: la descarbonización. "Estamos construyendo una planta piloto en Almassora porque debemos estar tecnológicamente preparados para el futuro. Nos hemos dotado de un sistema de combustión y vamos a diseñar modelos de horno capaces de cocer azulejos con energía eléctrica" afirmó.

Tanto Mallol como Nomdedeu explicaron que, sin el apoyo del IVACE, los institutos tecnológicos no podrían llevar a cabo estos proyectos. El vicepresidente primero de la entidad insistió en el apoyo que supone AICE para las empresas cerámicas y que "sería impensable sin el respaldo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial". Del mismo modo, Mallol insistió en que estas ayudas "tienen que transcender más allá de los ciclos políticos" y que "se mantengan en época de crisis, tal y como ha venido ocurriendo históricamente en las principales regiones de referencia, en materia de Innovación". Además, confesó que "es necesaria una mayor cercanía y comunicación entre las empresas y los institutos así como con las universidades para afrontar juntos los retos del futuro". "Las pymes deben aprovechar las oportunidades estratégicas que les ofrece la innovación y, para ello, es bueno que vayan de la mano de los institutos, las pequeñas empresas se tienen que animar", finalizó.

Siguiendo esta línea, el director de AITEX, Vicente Blanes aseguró que la colaboración público-privada es fundamental y "aunque todo es mejorable, es muy importante que el IVACE siga apoyando a los institutos tecnológicos, un sustento que sebe ser firme y sostenible en el tiempo", incidió. "Los institutos necesitan de las administraciones y nosotros debemos ser más próximos a las empresas, escucharles más y ser más exigentes con nosotros mismos. Además, entidades como Redit son un punto de encuentro para todos los directores, un eje vertebrador muy necesario. En AITEX colaboramos con pequeñas y medianas empresas para que lleven a cabo proyectos financiados por el IVACE, para que esto les ayude a prosperar y ganar en competitividad", explicó Blanes.

Asimismo, Vicente Blanes puso en valor las tres grandes líneas de trabajo con las que el instituto presta servicio tecnológico a las empresas: Línea de I+D+i, formación y ensayos y certificaciones de laboratorio. Además, destacó los proyectos de innovación respaldados por el IVACE que van desde textiles inteligentes que detectan el coronavirus en la ropa hasta el proyecto TPTex (prevención terapéutica textil -I+D): una iniciativa que estudia y desarrolla tejidos terapéuticos que, combinados con el ejercicio físico reduzcan los síntomas de las patologías en las piernas (lipodema, linfedema) y mejoren la fatiga muscular.

Reforzar la comunicación directa 

En un sector tan competitivo como es el cerámico la diferenciación es clave para alcanzar el éxito. Y para lograr esto hacen falta recursos. Es por esta razón que desde Redit, el IVACE y los institutos tecnológicos se trabaja para acompañar a las pequeñas y medianas empresas en su camino hacia la I+D+i, teniendo en cuenta las posibles limitaciones que éstas puedan tener en comparación con las grandes multinacionales. De esta manera, uno de los puntos en común fue la necesidad de reforzar la comunicación directa entre los institutos tecnológicos y las pequeñas y medianas empresas. Por otra parte, los empresarios allí presentes coincidieron en que sus compañías no estarían ahí de no ser por la ayuda del IVACE, y en la gran dificultad que supone para las pequeñas y medianas empresas emprender el camino hacia la innovación sin la ayuda de los institutos tecnológicos o la financiación pública.

De hecho, el director general de la castellonense Realonda, David Fernández-Valladares explicó que "de no ser por la existencia del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial tendríamos que haber acudido al Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CEDETI) y esto hubiese supuesto un gasto de 200.000 euros que como pyme no podíamos afrontar". "Nosotros, como empresa, no podríamos avanzar por mucha estrategia que tuviéramos si no estuvieran estos centros para apoyarnos", confesó.

Del mismo modo, Fernández-Valladares destacó la ayuda del IVACE en un proyecto con el que conseguir diferenciar su compañía del resto de la competencia a través de la digitalización del proceso productivo. "Tuvimos la oportunidad de buscar la diferenciación de Realonda en el proceso productivo. Automatizamos ciertos procesos para ganar en calidad y productividad con máquinas generalizadas de visión artificial, sensores de humedad... y los resultados fueron excelentes. Tanto es así que le hemos dado continuidad a este proyecto con un gemelo digital de la propia fábrica", explicó.

Por su parte Ximo Piquer, gerente de Neos Additives confesó que su empresa "nació gracias al apoyo público". Y es que la compañía castellonense, que el año pasado consiguió un Alfa de Oro en Cevisama, se originó en el año 2004 gracias a un proyecto del IVACE. Piquer puso en valor las cuatro iniciativas que Neos Additives ha llevado a cabo junto al IVACE y el ITC, poniendo el foto en la diferenciación para poder ganar en competitividad y abrirse a nuevos mercados y horizontes.

El CEO de la compañía puso el acento en un proyecto muy especial centrado en llevar la cerámica a los techos. "En el año 2010 iniciamos junto al IVACE un proyecto al que tengo especial cariño. Este se basaba en buscar nuevos productos cerámicos que no estuviesen presentes para trabajarlos y desarrollarlos a medio y largo plazo. De ahí salió una idea: poner la cerámica en el techo", explicó. "Fue un trabajo duro porque había que tenerlo todo muy medido: crear una cerámica totalmente diferente, un sistema de seguridad para que no cayera, etcétera. Como no hay centros que certifiquen los techos cerámicos, fuimos a empresas e institutos de Italia y Alemania para hacerlo", defendió Piquer.

Por último, el CEO de Fustecma, José Matas, incidió en que "a las pequeñas empresas nos hace falta que nos apoye tanto el IVACE, como el ITC. Sería bueno que creáramos algo que nos beneficie a todos. Yo soy una persona emprendedora y meterte en este mundo es muy difícil, para las empresas pequeñas no es fácil empezar y yo me he apoyado mucho en el ITC". Además, Matas destacó la apuesta de su compañía por llegar a hacer tiendas cerámicas inteligentes en un futuro y explicó los detalles del innovador expositor con reconocimiento facial que llevaron a cabo junto al IVACE.

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