CASTELLÓ. Que la vida está llena de baches es una certeza que poco a poco, a medida que pasan los años, vamos entendiendo- y asimilando- mejor. No obstante, es algo que cuesta afrontar. En 2009 las bibliotecas de todo el país se llenaron de personas que buscaban respuestas a la crisis financiera. No eran pocos los que se acercaron a por libros en busca de explicaciones. Por una parte, había que entender el porqué de ese colapso, y por otra, necesitaban entender que sería de ellos a partir de ese momento. Lectores de todas las clases fueron a la caza de textos que les ayudara a sortear los efectos inmediatos de la crisis. ¿Cómo podría reincorporarse a la vida laboral alguien que llevaba desde los 16 años en el mismo puesto de trabajo? ¿Qué iba a ocurrir con los préstamos? El miedo y la preocupación se extendieron con razón, mientras las editoriales se pusieron manos a la obra para dar respuesta a toda esta incertidumbre.
En efecto, fueron tantos los libros que aquellos años se generaron que casi podría decirse que la crisis dio paso a un género nuevo. La no ficción, pero también la ficción, escogió la burbuja financiera como el argumento estrella de sus historias. Y es que si algo engancha especialmente de cualquier libro es que el lector se sienta identificado con la trama.
En El año de la crisis, Gloria Pastor hace lo propio y nos enmarca en este contexto histórico. Porque si hay un capítulo que todavía no está cerrado es, precisamente, el de la crisis económica de 2008. Sí, puede parecer equívoco, pero todavía no hemos superado la anterior crisis. Y esto es así porque muchas de las problemáticas que se generaron, o acentuaron, hace una década, todavía no están resueltas. "Escribí esta novela mucho antes de que arrancase la pandemia, porque hay muchas cuestiones que no están superadas", agrega la autora, quien lógicamente no esperaba que cuando terminase su novela, viviríamos un contexto, si bien no parecido, también muy complicado. "Con este libro no hablo de la crisis actual, pero, salvando las distancias, puede servir también para animar a quienes lo están pasando mal. Evidentemente esta crisis es distinta, pero el espíritu en el fondo es de no dejarse vencer".
La escritora valenciana nos hace viajar hasta los años 2000 para seguir la vida de tres mujeres: Pepa, Sole y Clara, quienes no tienen pocos problemas. Además de la asfixia económica que se vive en el país, cada una atraviesa su propia crisis personal. Sole, con tres hijos y ama de casa, ve cómo su vida da un giro de 180º cuando su marido decide romper con ella. A partir de entonces, deberá buscar trabajo, cosa que le aterroriza. ¿Cómo hacerlo, siendo mujer, a su edad y sin experiencia laboral? Por su parte Clara vive obsesionada con ser madre desde que a su prima le diagnostican cáncer. El impacto que le produce su enfermedad le hace desear con todas sus fuerzas quedarse embarazada, pero no le resultará nada fácil. En cuanto a Pepa, siente que está perdida en la Tierra. Acaba de perder su trabajo, el trabajo de toda su vida. Pero tampoco tiene pareja, ni hijos ni bienes propios. No tiene nada con casi cuarenta años. Algo que la sociedad, y su alrededor, no le dejarán pasar.
Para Gloria Pastor tenía sentido que fuera así, que la crisis económica fuera contada por mujeres, porque como dice la escritora "a las mujeres les afecta más cualquier crisis". Y así trata de reflejarlo durante los doce meses que dura la acción de la trama. Ser o no ser madre, tener o no pareja o vivir o no vivir sola; a todas se les juzgará por una cosa u otra. No obstante, si por algo se caracteriza El año de la crisis es por plantearse como una novela vitalista. Se habla de rutinas, miedos y ansiedad, pero también de superarse e intentar crecer. Tras el viaje que las tres emprenden a Grecia, tomarán las riendas de su vida. "Quería que el mensaje final fuera inspirador porque a muchas de mis amigas y amigos a los que les afectó la crisis de 2008, la vida les terminó dando una buena oportunidad". Quizá, solo así tenía sentido hacer una nueva novela que tuviera como telón de fondo la crisis económica. Con el relato de tres mujeres que se han armado de valor para romper con lo prestablecido. Una crisis que las engloba todas.
Candaya publica esta historia que se proyecta desde un volumen de relatos para convertirse en la narración íntima de la búsqueda de una casa a la que poder volver
