VILA-REAL. Tenía que cumplir el Villarreal en Pucela y lo hizo. Acechaba el Celta de Vigo su posición en la tabla y los de Emery lo miraban con reojo, pero el gol de Gerard en la segunda parte, el que significaba batir el récord de máximo goleador del club castellonense en primera, allanó el camino de la victoria. Capoue, en los instantes finales, puso la guinda ante un Valladolid que no dejó de intentarlo con mucha fe durante los 90 minutos pero que ve como su objetivo de mantenerse se pone más difícil con tan solo seis puntos restantes.
Los dos equipos llegaban al cruce persiguiendo objetivos muy diferentes. Uno, eludir el descenso. El otro, entrar en puestos de Europa League. Y ambos entrenadores dieron prueba de la importancia de este choque con sus alineaciones. Toni Villa, que llevaba varias jornadas sin entrar en el once inicial, fue la sorpresa de Sergio González, mientras que Emery, dentro de sus hombres disponibles, no reservó a nadie.
Los vallisoletanos salieron con Joaquín, que es central, en la medular, y Sergio pretendía reforzar esa zona para que el buen trato del balón de los hombres del mediocentro amarillo no les hiciera correr demasiado, pero el 'submarino amarillo' no tardó en encontrar la primera superioridad. Gerard bajó a recibir y abrió a la banda para un Pedraza que encontró muy bien la espalda de la zaga, sorteó a un rival y cedió inteligentemente para Moi, aunque su disparo, que parecía que se iba para dentro, lo desvió a córner una pierna local. Tras el primer susto de los 'groguets', la reacción del Valladolid fue inmediata. Roque Mesa avisó con un disparo algo esquinado que por muy poco no vio puerta.
El partido en el José Zorrilla estaba bonito, los dos equipos tenían argumentos para llegar al área con facilidad, ya lo habían demostrado. Pero el Villarreal parecía tener puesta una marcha de más y buscaba el primer tanto con más ambición que los pucelanos, sobre todo con las incorporaciones permanentes de Rubén Peña y Pedraza por las bandas, que eran un dolor de muelas para el Valladolid, sobre todo para sus laterales.
Poco a poco el dominio de los de Emery se fue acrecentando, moviendo el esférico de lado a lado, y los blanquivioletas se limitaban a salir a la contra y a presionar en ciertas jugadas, buscando el error de los defensas del Villarreal a la hora de sacar el balón jugado. También las llegadas en ambas áreas eran cada vez más y más, pero en ninguna de ellas se llegó a encontrar los tres palos, hasta tal punto que los porteros no habían tenido que intervenir y se llegó al descanso con el resultado de 0-0 inicial.
La pelota volvió a rodar y el dominio visitante continuó siendo la tónica del partido. Y entonces llegó el primer disparo a puerta del encuentro. Alcácer se desmarcó al espacio, Capoue le vio a la perfección y le filtró el pase largo, y después el delantero valenciano pisó de maravilla el balón para habilitar a Pedraza, quien probó suerte, pero Roberto despejó para evitar el tanto 'groguet'.
Iba pasando el tiempo y la idea de que el punto era insuficiente para ambos comenzó a estar presente en la cabeza de todos. El Valladolid dio un pasito para delante, subió líneas, y empezó a presionar muy fuerte cuando el Villarreal mantenía la posesión. Y habría obtenido su premio si Asenjo no hubiese respondido brillantemente al disparo de empeine de El Yamiq, que se había sumado al ataque.
Y la presión local no paró pero ahí estaba el Villarreal, que aprovechó los espacios de la línea defensiva para encontrar el premio del gol. Pau Torres rompió líneas, y filtró, con otro de los muchos balones largos que habían dificultado a los pucelanos, para Gerard, quien hizo el resto. Se deshizo de Nacho, se perfiló para golpear con su pierna izquierda, y batió a Roberto, para, además de poner a su equipo por delante, convertirse en el mayor goleador del 'submarino amarillo' en Primera División con 55 dianas. Casi nada.
Movió ficha Sergio González para buscar, por lo menos, un gol que le diera el empate, porque la victoria ya se antojaba difícil, aunque no imposible. Agotó sus cambios, dando entrada a los delanteros Marcos André y Sergi Guardiola para que intentaran perforar la portería 'grogueta', aunque no era tarea fácil, por los 20 minutos que restaban y por el rival que tenía delante, a quien el gol a favor no le pesó nada para continuar haciendo su fútbol.
Precisamente Guardiola, en una maniobra fuera del área y con una conducción, acarició el gol. Le pegó con todo, parecía que se colaba por la escuadra, pero acabó rozando el larguero hasta con el alma, pero su intento se acabó yendo por muy poquito, rozando el larguero. Aun así, el Valladolid no bajó los brazos y Marcos André también tuvo la suya. Al delantero brasileño le entraron los nervios y no ejecutó con la frialdad que requería la jugada.
Y en la jugada siguiente, en un despiste de la defensa vallisoletana, llegó la sentencia. Un pase de Gerard que dejó pasar la zaga llegó a Trigueros, que vio como Capoue llegaba galopando a la frontal del área para acabar disparando con el interior de la bota para asegurar que los tres puntos volarán a Vila-real, y dejar así al Valladolid muy tocado para mantenerse en la categoría.
Ficha técnica:
Valladolid: Roberto; Janko, Bruno, El Yamiq, Joaquín (Alcaraz, m. 55), Nacho; Roque Mesa (Guardiola, m. 55), San Emeterio (Kiko Olivas, m. 74), Toni Villa (Míchel, m 74); Óscar Plano (Marcos André, m. 74), Weissman
Villarreal CF: Asenjo; Rubén Peña, Albiol, Pau Torres, Pedraza; Capoue, Parejo, Trigueros (Baena, 90+2), Moi Gómez (Alberto Moreno, m. 90+2), Gerard Moreno, Alcácer (Yéremi, m. 61)
Goles: 1-0 (m. 68) Gerard Moreno, 2-0 (m. 90+1) Capoue.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea. Amonestó a El Yamiq, Kiko Olivas y Guardiola.